viernes, 11 de septiembre de 2015

Sabbat - Wikipedia, la enciclopedia libre

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La mesa puesta, lista para la cena de shabat; se aprecian la copa del kidush, los panes cubiertos y las velas.

Ephraim Moses Lilien, La reina del Shabat, Berlín, 1900-1.1
El sabbat2 —frecuentemente escrito también shabat (en hebreo: שבת: shabbath, 'cesar') o su variante en yidis, shabbos (שאבּעס)— es el séptimo día de la semana, siendo a su vez el día sagrado de la semana judía.


El sabbat se observa desde el atardecer del viernes hasta la
aparición de tres estrellas la noche del sábado. Según las
prescripciones de la Torá, debe ser celebrado en primer lugar mediante la abstención de cualquier clase de trabajo. En el ethos judío, el sabbat es una señal de la relación entre Yahveh y el pueblo judío. La celebración del sabbat está prescrita entre los Diez Mandamientos recibidos por Moisés, así como una fiesta semanal.


Según Génesis 2.2 (texto de la Biblia escrito aproximadamente en el siglo VII a. C.): «vaYshbot baYom haShevi'i» ('Y en el séptimo día Dios terminó el trabajo que había hecho, y descansó' [vaYshbot]).



Índice

Origen

Etimología


Encuentro de una comunidad judeo-alemana junto a la sinagoga en shabat, grabado del siglo XVIII.
Shabat deriva del verbo hebreo shavát. Aunque con frecuencia
se traduce como "descanso" o "descansar", otra traducción de estas
palabras es "cesar [de trabajar]". La palabra relacionada shevita, usada en el hebreo moderno con el significado de "huelga laboral",
tiene la misma consideración al referirse, más que a la abstinencia
pasiva de trabajo, al acto de no trabajar. El concepto de cesación
activa del trabajo también es considerado como más coherente con una
actividad omnipotente de Dios el séptimo día de la creación.


Recordar y cuidar

En la versión de los diez mandamientos del Deuteronomio 5:12-15, la palabra «acuérdate» (zajor) es sustituida por «cuida» (shamor). De aquí se aprenden los dos principales elementos de la observancia del sabbat: recordarlo
y honrarlo por medio de rituales y cosas placenteras; y cuidarlo por
medio de la abstención de los trabajos prohibidos en él.



Actividades prohibidas para los ortodoxos

El Talmud,
en el tratado «Shabat», capítulo 7, mishná 2, trae una lista de las 39
categorías de actividades prohibidas en sabbat. Éstas fueron
establecidas poco tiempo antes de la aparición del cristianismo (periodo que los cristianos llaman intertestamentario).3 Estas se derivan de los diferentes tipos de trabajo que eran necesarios para construir el Tabernáculo, conocidos como avot melajá. Estas son:


  • plantar
  • arar
  • cosechar
  • atar poleas acanaladas
  • trillar
  • aventar
  • seleccionar
  • moler
  • tamizar
  • amasar
  • hornear
  • trasquilar lana
  • lavar lana
  • batir lana
  • pintar lana
  • hilar lana
  • tejer
  • hacer dos lazos
  • unir dos hilos
  • separar dos hilos
  • amarrar
  • desamarrar
  • coser
  • romper
  • atrapar un animal
  • matar a un animal
  • despellejar a un animal
  • curtir pieles
  • raspar pieles
  • marcar pieles
  • moldear pieles
  • escribir dos o más letras
  • borrar dos o más letras
  • construir
  • demoler
  • apagar fuego
  • prender fuego
  • tocar un instrumento musical
  • terminar la preparación de un utensilio nuevo
  • transportar un objeto de áreas públicas a áreas privadas y viceversa, o cargarlo 4 cúbitos o más en un área pública.
  • hacer coladas
De estas categorías principales (avot) se derivan otras actividades similares (toldot), por ejemplo, dentro de la categoría de hornear se derivan prohibiciones de cocinar, freír, etc.


Aparte de las actividades prohibidas por la Torá, existen algunas prohibiciones de origen rabínico, como el utilizar o mover un objeto que se usa para trabajos prohibidos, al que se le llama muktze; y el pedir a una persona no judía que haga un trabajo prohibido dentro de ciertas circunstancias.


La primera aparición de la palabra «shabat» en la Torá se encuentra en Éxodo 16:21-30, en relación con la milagrosa caída del maná antes de la llegada de Israel al monte Sinaí.
Se nota aquí que Dios puso énfasis en la importancia del séptimo día de
la semana como día de descanso, al proporcionar una doble ración en el
día sexto y nada en el séptimo. Este «milagro» semanal comenzó el
segundo mes después de la partida de los israelitas de Egipto (Éxodo 1, 14, 15), y duró 40 años, hasta el mes 1º (según Josué 5:10-12; cf Éxodo 12:2-11;16:35), es decir, más de 2000 sábados semanales sucesivos.


Esta es una de las muchas transcripciones del cuarto mandamiento:


Acuérdate del día de reposo para santificarlo. Seis días trabajarás y
harás toda tu obra; más el séptimo día es reposo para Jehová tu Dios;
no hagas en el obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni
tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus
puertas. Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar y
todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por
tanto, Jehová bendijo el día de reposo y lo santificó.


Éxodo 20:8-11, versión Reina Valera, 1960.
En el monte Sinaí,
Moisés dijo que Dios había prescrito la observancia del reposo del
séptimo día con las palabras del cuarto mandamiento del Decálogo (Éxodo 20:8-11).
La palabra «acuérdate», con que comienza el mandamiento relativo al
sábado, no quiere decir que la observancia del cuarto mandamiento es más
importante que la de los otros 9, porque todos son iguales (Stg.
2:10,11). El pueblo de Yahweh tenía que «acordarse» del sábado porque
«en seis días hizo Elohim los cielos y la tierra, el mar y todas las
cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día». (Génesis 2:1-3; Hebreos 4:4) Quizás con esto le estaba diciendo al hombre que ese día era un monumento recordativo del Creador y de la creación.


Aparte de los sábados semanales (Levítico 23:3) la Torá menciona que había siete sábados ceremoniales por año, diseminados a lo largo del calendario litúrgico:


Los sábados ceremoniales podían caer en cualquier día de la semana, y
de vez en cuando coincidían con el sábado semanal. Además de los
sábados semanales y anuales, cada siete años había un año sabático,
durante el cual no se trabajaba la tierra (25:3-7). Cada 50 años se
proclamaba un jubileo, que duraba un año, durante el cual las
propiedades volvían a sus dueños originales.


La preeminencia del sabbat sobre los demás días de la semana se
acentuó en el ritual del antiguo tabernáculo y del templo mediante la
ofrenda de un cordero adicional (Números 28:9,10) y de la renovación en ese día de los panes de la proposición (Levítico 24:5-8; 1 Crónicas 9:32). De acuerdo con la ley levítica, la sanción que merecía la violación del sábado era la muerte (Éxodo 31:14-16), y a lo menos se registra un caso de ajusticiamiento de alguien que violó el sábado voluntariamente (Números 15:32-36).


Actividades permitidas


Max Weber, Sabbat, óleo, 1919. Museo Judío, Nueva York.
La conversación y la lectura están permitidas. El judaísmo afirma que cuando un esposo y su esposa se unen carnalmente en kadosh, allí mora la presencia divina. Kadosh
y sexualidad no son excluyentes en el judaísmo; por eso, este es el
mejor día para recordar la libertad y la creación del mundo haciendo el
amor. También bailando y cantando.4


Violación del sabbat

Cuando los israelitas fueron cautivos de los babilonios, creyeron que
era un castigo divino por algún pecado grave, y supusieron que había
sido la violación del sabbat (Libro de Jeremías 17:19-27). Tal como Jeremías, el profeta Ezequiel
se lamentaba porque en sus días el sabbat era ignorado en gran medida
(Ez. 20:12-24; 22:8, 26; 23:38). Al escrutar el futuro, Isaías previó
que extranjeros se unirían al pueblo judío guardando el pacto del Sinaí y
prometió una bendición para quienes guardaran el sabbat (Is. 56:2-6; cf
58:13). Después del cautiverio los judíos cayeron de nuevo en el
descuido con respecto a la observancia del sabbat, y Nehemías impulsó
una reforma con el fin de fomentar dicha observancia (Nehemías 10:31; 13:15-22).


Honrar el sabbat

Hay varias maneras, para los judíos, de honrar el sabbat. Una de ellas es consagrarlo a su principio y su final: El kidush de la noche del viernes y la havdalah de la noche del sábado.


Otro mandamiento, de carácter rabínico, es el encendido de velas el
viernes por la tarde, antes de iniciar el sabbat. Este mandamiento fue
hecho preferentemente para la mujer, aunque en caso de no haber ninguna
mujer en la casa puede hacerlo un varón. Se acostumbra prender un mínimo
de dos velas, aunque se llegan a prender más según diferentes
costumbres.


Otras maneras de honrar el sabbat son comiendo y vistiendo de una
manera agradable. Se suele comer pescado, así como carne en las comidas
de sabbat y comida caliente (que se ha dejado calentando desde antes del
sabbat según las leyes apropiadas). Se acostumbra comer tres comidas en
sabbat (a diferencia de la costumbre de comer dos comidas al día en la
antigüedad). Para cumplir con este precepto, se prepara una comida
ligera llamada seuda shelishit (tercera comida) en hebreo o bien shalosh seudos en yidis —en las comidas de sabbat, se acostumbra cantar canciones tradicionales llamadas zemirot,
así como canciones jasídicas—. Se suele usar ropa limpia en sabbat, y
antiguamente se acostumbraba usar prendas blancas; hoy en día esto es
inusual. Los varones jasidíes visten de manera especial, con un sombrero de piel llamado shtreimel y un saco largo de seda llamado bekishe. En algunas otras comunidades se usa vestimenta formal.


En los judaísmos conservador y reformista

En teoría, el judaísmo conservador difiere muy poco del ortodoxo
en lo referente a la observancia del sabbat. Por muchos años, el
movimiento conservador permitió, a diferencia de la ortodoxia, el viajar
en automóvil para trasladarse a la sinagoga cuando la distancia era
demasiado grande, aunque esta postura ya ha sido retractada.


El judaísmo conservador, en contraposición a los ortodoxos, autoriza
el uso de luz eléctrica argumentado que no involucra fuego, lo que sí
tiene cierto precedente en la Halajá. A su vez, el movimiento reformista reconoce la observancia del sabbat ortodoxo, solo que cada individuo puede decidir si seguirlo o no.


Importancia del sabbat


El Muro de los Lamentos durante el sabbat.
La práctica del sabbat es una de las más representativas costumbres judías.
El sabbat, lejos de ser solo un día dedicado al rezo, es un día de
descanso y, potencialmente, de enriquecimiento espiritual. El famoso
escritor polaco Ajad Ha'am dijo: «Más que guardar Israel el sabbat, el sabbat ha guardado a Israel».[cita requerida]


Con el correr del tiempo, la práctica y conservación del sabbat se hizo el símbolo para el cumplimiento de los preceptos del judaísmo. Durante la larga historia del pueblo judío,
los judíos han enfatizado la observancia del sabbat. Aun así el sabbat
se puede violar para salvar la vida, por lo que algunas acciones
normalmente prohibidas se permiten a personal médico, servicios de
seguridad y en ocasión de una emergencia.


El sabbat en el mundo no judío

Tomando como base al judaísmo,
se aceptó la idea de un día de descanso y observancia religiosa en las
otras religiones monoteístas —el domingo en el caso del cristianismo y el viernes en el caso del islam—. Si bien el sabbat judío y el domingo cristiano mantienen cierta similitud, no es correcto pensar que son lo mismo. En español, sabbat puede entenderse como sinónimo del sábado; de hecho, el término proviene del latín sabbatum, y éste su vez del hebreo shabat. Para los adventistas del Séptimo Día y para el judeocristianismo, el sábado no ha dejado de ser el «día de reposo»:


El bondadoso Creador, después de los seis días de la creación,
descansó el séptimo día e instituyó el sábado para todas las personas,
como recordatorio de la Creación. El cuarto mandamiento de la inmutable
ley de Dios requiere la observancia de este sábado del séptimo día como
día de descanso, adoración y ministerio, en armonía con la enseñanza y
práctica de Jesús, el señor del sábado.5


Es muy importante recordar que el cristianismo tiene su origen en el
judaísmo. Jesús guardaba el sabbat aunque dándole una interpretación muy
personal ya que «el Hijo del Hombre es señor del sábado» (Lc 6, 5)
según la cual hacía y permitía algunos comportamientos que, en opinión
de algunos rabinos, suponían una violación del sabbat (cfr. Lc 6, 1). El
apóstol Pablo en el sabbat hablaba de Yashúah a sus compatriotas en las
sinagogas para ganar discípulos para Yashúah. Además de hablar de Jesús
en las sinagogas en el sabbat, había reuniones en otros días donde se
presentaba la predicación del evangelio a los gentiles. De esto
atestigua Hechos de los Apóstoles 20:7.


Conforme a la ortodoxia hebrea, los gentiles cristianos no guardaban la Torá sino solo las leyes noájidas6
(Hechos cap 15), por lo que la observancia del sabbat al estilo judío
les estaba prohibida en tanto no fueran prosélitos. Por esta razón, la
observancia de un día de descanso fue paulatinamente reemplazada por la
del domingo.[cita requerida]
Con el tiempo, llegó a existir un gran cuerpo de legislación sobre el
descanso dominical lado a lado con la eclesiástica: Comenzó con un
edicto de Constantino,
el primer emperador cristiano, quien prohibió a los jueces celebrar
sesiones y a la gente trabajar en domingo; solo se hizo una excepción a
favor de la agricultura. El violar la «ley del descanso dominical» era
castigado por la legislación anglosajona en Inglaterra como otros
crímenes y delitos menos graves.7


El sabbat según Erich Fromm

El shabat es un día de alegría, porque ese día el individuo es plenamente él mismo. Por ello el Talmud llama al shabat la anticipación del tiempo mesiánico, y al tiempo mesiánico el shabat
interminable: el día en que la propiedad, el dinero y la aflicción y la
tristeza no tiene cabida; un día en que es abolido el tiempo, y solo
domina el ser puro espiritual. Su predecesor histórico, el shapatu babilónico, fue un día de tristeza y de temor. El domingo moderno es un día lleno de consumo y de huir de sí mismo.





Referencias


  • Ella es símbolo del Israel y de la fe hebraica. La figura sostiene la principal fuente escrita del acervo hebreo, la Torá. En su vestido se destacan los caracteres empleados por el idioma hebreo. La estampa de Lilien es una ilustración para Judá, libro de poesías sobre temas bíblicos por Börries von Münchhausen, Berlín, 1900-1. The University of Chicago Chronicle, vol. 21, № 2, 4 de octubre de 2001: October Highlights; consultado 1 de noviembre de 2014.

    1. Erich Fromm: ¿Tener o ser?, México: Fondo de Cultura Económica, 1978, pág. 62. ISBN 968-16-0171-8.

    Enlaces externos


  • Diccionario de la lengua española (22.ª edición), Real Academia Española, 2001, http://lema.rae.es/drae/srv/search?key=sabbat, consultado el 19 de septiembre de 2010.


  • Siegfried H. Horn, y Don F. Neufeld (editor): Diccionario bíblico adventista del séptimo día (pág. 1018), en español. Asociación Casa Editora Sudamericana, 2002); ISBN 950-573-530-8.


  • rabino Schulweis, Harold M. (enero-marzo 1983, Shevat-Nisan 5743). «Sexo y dios único». Maj'shavot Pensamientos, Consejo Mundial de las Sinagogas XXII (1): 42.


  • Asociación General de los Adventistas del Séptimo Día (2006). «Creencias fundamentales de la Iglesia Adventista del Séptimo Día» (PHP). Consultado el 2008.


  • Ver también Noajismo


  • Enciclopedia católica (2000). «Domingo» (HTM). Consultado el 2009.


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