Como
hemos visto, uno de los aspectos del año sabático, Shemitá, es la
remisión de las deudas al finalizar este año, lo que se denomina
shemitat quesafim. Es decir que de no haber cobrado las deudas antes de
que finalice al año séptimo las mismas ya no podrás ser cobradas. Sin
embargo, como vimos en la entrega anterior se puede firmar un prozbol, o
sea un documento por medio del cual se transfieren las deudas al
tribunal rabínico que será el encargado de cobrarlas. Y esto, debido a
que sólo remiten las deudas que el hombre reclama de su compañero, sin
embargo las deudas que reclama el tribunal no remiten ya que el precepto
de remisión no aplica al tribunal sino a los individuos. Este
documento de prozbol es válido sólo para las deudas que lo anteceden.
Sin embargo si la persona realiza un préstamo después de haber realizado
un prozbol éste no cubrirá dicho préstamo y deberá realizar un nuevo
prozbol. Por ello se acostumbra realizar el prozbol durante el mes de
Elul a fin de cubrir todas las deudas que se pudiesen contraer durante
el año. Pero si la persona presta dinero después de haber firmado el
prozbol en Elul, antes de Rosh Hashana deberá firmar un nuevo prozbol. Muchos
individuos piadosos ya finalizando el año shemitá hacen un préstamo
simbólico, por poco dinero a un conocido para que al intentar devolverlo
después de Rosh Hashana le pueda decir, “cancelo la deuda”, pues así se
aprende del ver. que la persona debe expresar verbalmente la
cancelación de la deuda. Y entonces el compañero deberá insistir para
que reciba el dinero adeudado en calidad de regalo aún cuando la deuda
en sí haya caducado. Nuestros
sabios afirman que no es apropiado evitar reintegrar el dinero de una
deuda que caduca el año shemitá ya que lo mismo supone una actitud de
ingratitud hacia aquel que le hizo un favor cuando lo necesitó. |
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