¿Qué es un imperio?



18:51



Rafael CI


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Un imperio es una construcción política en la que un Estado domina sobre
otro/s. En su núcleo, el imperio está gobernado por el emperador, o su
equivalente según la cultura de la que hablemos. Aún así, muchos Estados
sin emperador han sido llamados Imperios a lo largo de la historia.
La idea de dominación de un estado sobre otro es tan vieja como los
primeros asentamientos permanentes humanos. Las primeras ciudades-Estado
trataron de crecer apoderándose de las zonas de influencia de sus
vecinos. En caso de tener éxito, un primer gran "Estado" podría haberse
formado, pero más común era que el agresor pasase a ser el
Estado-núcleo, ejerciendo su influencia sobre una serie de Estados
periféricos semi-independientes. Esto es conocido como una etapa
transitoria en el camino a la construcción de un gran Estado.
Obviamente, el núcleo constituía el máximo poder en la región, y
mantenía al resto unidos usando su poder de coerción.
Veamos un ejemplo. Esparta era la cabeza de una liga de Estados, pero no
tenía insterés en interferir en los asuntos internos de cada uno de
ellos. Atenas, al contrario, forzó y supervisó la implantación de la
democracia ateniense en los Estados miembros. Esparta era un Estado
hegemónico, el más fuerte de un grupo, mientras que Atenas era
intervencionista y casi podemos decir que proto-imperial. El hecho de
que Atenas reemplazase a los tiranos por democracias no afecta a la
naturaleza imperial de estas relaciones.
Un imperio es una relación desigual entre un estado central y una
periferia compuesta por uno o más Estados controlados desde el núcleo. 
En el nivel más simple, control significa ocupación militar, u otra
forma de intervención política, pero también puede abarcar influencias
de tipo económico o cultural. La presión económica, por sí misma ha
bastado en casi todos los casos para manipular a los gobiernos. La
religión, la ideología u otras fuerzas culturales han acompañado
habitualmente a la dominación política y económica.
Sin embargo, la cultura de la periferia, puede ejercer su propia fuerza y
amenazar con absorber al poder ocupante. El caso más famoso es el de la
conquista mongola de China, donde la cultura de las estepas fue
rápidamente absorbida por la enormemente desarrollada cultura china. Por
tanto, el imperialismo cultural, no es necesariamente un componente
esencial de los imperios, aunque sí es bastante común.
De hecho, el factor cultural no existe por sí mismo, dada la dificultar
de definir donde empieza una cultura y donde acaba otra, ya que en zonas
de contacto las culturas suelen entremezclarse, siendo difícil trazar
una línea divisoria exacta. En tiempos modernos, las fronteras y la
creación de los Estados-nación han tratado de solucionar esto, formando
un Estado central que estandarizó el idioma y otros aspectos de la
cultura de una forma que alienaron a las regiones periféricas. 
Para explicar cómo los imperios se han alzado, resistido y caído a lo
largo de los milenios, deben ser examinados el núcleo, la periferia y la
situación internacional.
Tenemos que mirar al núcleo para conocer los motivos de la expansión,
desde el sueño de imponer una paz imperial sobre Estados belicosos,
hasta el deseo de la explotación económica, pasando por la sed de gloria
o el fanatismo religioso e ideológico.
Por su parte, la periferia es el lugar en el que buscar la resistencia o
el crucial colaboracionismo. El destino de muchos imperios ha dependido
de líderes periféricos que decidían que situación les beneficiaba más
en su interés personal. 
Habitualmente el núcleo explica la razón del nacimiento del imperio, y la periferia la razón de su duración en el tiempo.
Ejemplos de imperios en el mundo antiguo: Babilonia, Sumeria, Asiria, Egipto, Persia, Macedonia y el más conocido, Roma.



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