miércoles, 24 de junio de 2015

Idioma hebreo - Wikipedia, la enciclopedia libre

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Idioma hebreo



Hebreo

עִבְרִית / ‘Ivrit
Hablado en Israel y comunidades judías en el mundo.1 Lengua litúrgica del judaísmo en más de 80 países.
Hablantes 4 850 000 en Israel (1998)2

195 375 en Estados Unidos (2000)3
Familia Afro-asiático

 Semítico

  Semítico central

   Semítico noroccidental

    Lenguas cananeas

       Hebreo


Escritura Hebreo
Estatus oficial
Oficial en Flag of Israel.svg Israel
Regulado por Academia del Idioma Hebreo

(האקדמיה ללשון העברית)
Códigos
ISO 639-1 he
ISO 639-2 heb
ISO 639-3 heb
Idioma hebreo.PNG

Extensión del hebreo

Poemas para Purim, Kurdistán, c. 1850.
El hebreo (en hebreo: עִבְרִית, romanización: ʿivrit, pronunciación: [ʔivˈʁit] o [ʕivˈɾit]) es una lengua semítica de la familia afroasiática hablada, escrita y leída por más de seis millones de personas en Israel y por las comunidades judías de la Diáspora, que comprenden más de 80 países. Desde la Antigüedad, el hebreo es la lengua escrita, litúrgica y de oración empleada por el judaísmo, donde funciona como Lengua Sacra; consecuentemente allí se la denomina "Lashon ha-Kodesh " (לשון הקודש). El idioma hebreo, junto con el árabe, es lengua oficial del Estado de Israel.4


Desde la Antigüedad, y más allá de haber sido o no permanentemente
hablada a lo largo de sus más de tres milenios de existencia, el hebreo
se mantiene e incluso renueva como un importante elemento común y de
cohesión en lo que concierne a las diferentes comunidades judías, ya se
encuentren ellas en Israel o fuera de dicho país.



Índice

Filiación lingüística


La principal fuente del acervo hebreo es la Torá, preservada en esta estampa de Lilien por la La reina del Shabat, en cuyo vestido figuran los caracteres empleados por el idioma hebreo.5
El hebreo pertenece al grupo noroccidental de las lenguas semíticas y más concretamente al subgrupo cananeo. Este subgrupo incluye también al fenicio-púnico, al moabita y al amonita. El otro subgrupo de las lenguas semíticas noroccidentales es al que pertenece el arameo,
cuyas similaridades con el hebreo aún son evidentes aunque algo más
distantes que con el fenicio. Muy posiblemente algunas variedades de
fenicio y algunas de hebreo fueran mutuamente inteligibles en un alto grado.


La palabra hebreo ('ivrît) no es usada en la lengua hasta el periodo helenístico, pero se puede leer acerca de "la lengua de Caná" en Isaías 19.18; y en 2Reyes 18.26,28 (= Isa. 36.11,13; 2Crón. 32.18) y Nehemías 13.24; los jerosolimitanos hablan yehûdît, esto es, "judeo" (más tarde "judío").


Con certeza, la similitud entre el hebreo bíblico y el fenicio, y algunas palabras cananeas que aparecen en las cartas de Amarna
desde el siglo XIV a. C., muestra que la lengua de los israelitas no
difería mucho, después de todo, de la de los cananeos. Algunos han
inferido de las comunes características del hebreo y el cananeo, y de
las palabras "un arameo a punto de perecer fue mi padre" (Deut. 26.5),
que los antecesores de los israelitas hablaban arameo y que adoptaron de
los cananeos la lengua más tarde conocida como hebreo.


Es dudoso, sin embargo, si Deuteronomio
26.5 pretende transmitir información sobre historia lingüística, y las
afinidades del hebreo con lo que fue hablado por los cananeos pueden ser
explicadas sobre la hipótesis de que los israelitas y sus antecesores
ya hablaban una lengua fuertemente relacionada con la de los cananeos.


Historia


El dintel de Shebna, perteneciente a la tumba de un servidor real. Siloam, siglo VII a. A. C.

Rollo del Mar Muerto: Profecía de Habacuc, Qumran, c. 75 A.C.

Codex Aleppo. Biblia hebrea del siglo X con puntuación Masorética.

Ketubá o contrato matrimonial judío, Alghero, Cerdeña, siglo XIV.6 Universidad de Sassari
El hebreo es una lengua con treinta siglos de historia escrita.
Obviamente en un período tan largo la lengua ha sufrido procesos de cambio lingüístico
entre el hebreo antiguo y el hebreo actual, lo que hace que más que la
misma lengua puedan considerarse lenguas emparentadas pero que difieren
en pronunciación, gramática y léxico. En un sentido parecido, el latín y
las lenguas románicas son lenguas claramente emparentadas pero difieren
en un número de aspectos, a tal punto que los modernos hablantes no
pueden comprender el latín clásico sin un aprendizaje específico de los
elementos básicos de la lengua antigua.


Hebreo antiguo

En la estela de Tel Dan, escrita en hebreo a mediados del siglo VIII a. C., conmemora las victorias del rey sirio Hazael sobre Joram, hijo de Acab, rey de Israel, y sobre Ocozías hijo de Joram rey de Judá, de la dinastía de David [cita requerida].
Es la mención escrita más antigua respecto a esta dinastía. Dado que el
hebreo antiguo fue usado durante un lapso de casi 14 siglos en ese
período la lengua sufrió cambios por lo que el hebreo más antiguo
difiere en ciertos aspectos del hebreo más tardío, una periodificación
aproximada del antiguo hebreo es la siguiente:


  • Hebreo bíblico arcaico, del siglo X a. C. al siglo VI a.E.C.
    correspondiéndose con el período monárquico hasta el exilio en
    Babilonia.
  • Hebreo bíblico tardío, del siglo V a. C. al siglo III a.E.C. que corresponde con la dominación persa.
  • Hebreo de los rollos del Mar Muerto,
    testimoniado entre los siglos III a.E.C. y el siglo I E.C.
    correspondiéndose con el período helenístico y romano anterior a la
    destrucción del templo de Jerusalén. Es el estadio de la lengua usada en
    los manuscritos del Mar Muerto (Qumrán).
  • Hebreo de la Mishná, testimoniado entre el siglo I y III o IV E.C.
El hebreo dejó de hablarse alrededor del siglo IV E.C., aunque siguió
utilizándose en la literatura y, sobre todo, en la liturgia y con
propósitos académicos. En Palestina fue sustituido como lengua hablada principalmente por el arameo. En cuanto a la diáspora judía, sus lenguas comunes han sido históricamente sobre todo dos: el yídish entre los judíos llamados ashkenazíes (centro y este de Europa) y el ladino o judeoespañol entre los llamados sefardíes, procedentes de la Península Ibérica.


Hebreo moderno

El hebreo como lengua hablada fue recuperado por el sionismo a finales del siglo XIX, gracias al trabajo de, entre otros, Eliezer Ben Yehuda, para servir de lengua nacional al futuro Estado judío.


Como en un principio, la mayoría de hablantes de hebreo moderno
tienen antepasados europeos, y durante siglos el hebreo fue una lengua
de uso litúrgico y académico, y era una lengua muerta de tipo litúrgico, el renacimiento del hebreo como lengua materna de una comunidad ha ido acompañado de una notable influencia de tipo sustrato de las lenguas europeas. En particular las faringales, y algunas fricativas se han perdido. También en gramática el uso de la lengua como lengua vehicular
en Israel ha hecho surgir nuevos usos no presentes en el hebreo
bíblico. Sin embargo, las olas de refugiados judíos, expulsados de los
países árabes a partir de 1948, en números que igualaron y, con el
tiempo, sus descendientes, superaron en número a los de origen europeo,
se reivindicó, en cierta medida, la pronunciación tradicional.


Fuentes

Aunque la Biblia
es la principal fuente para el hebreo clásico, la misma lengua se usa
en varias inscripciones. Entre las mejor conocidas están las del Calendario de Gézer
(siglo X a. C.), una lista de meses definidos por el trabajo agrícola
característico realizado en ellos; las inscripciones Kuntillet 'Ajrud y
Khirbe el-Qom (de finales del siglo IX o principios del VIII a. E. C.),
que mencionan a Yahveh y a su Asherah; los Ostraka de Samaria (siglo VIII a. C.) recoge pagos de vino, aceite, etc.; la inscripción del túnel Siloam (finales del siglo VIII a. C.), encontrada en el túnel construido por Ezequías bajo la ciudad de David para llevar agua del manantial de Gihon hasta la Reserva de Siloam; los Ostraka de Lachish (principios del siglo VI a. C.) con mensajes militares antes de la invasión babilónica; y los ostraca Arad (del mismo periodo) recogiendo las provisiones suministradas a los soldados. La Piedra Moabita (ca. 830 a. C.), en la que el rey Mesha de Moab se jacta de sus victorias sobre los israelitas, está en un lenguaje casi idéntico al hebreo bíblico.


Aspectos dialectales históricos


Elias Levita (Elijah Bajur Levita), Sefer Ha-Dikduk (Libro de la gramática), ed. hebreo-latina, Basilea, 1525.
El hebreo antiguo no era una lengua completamente homogénea. Es bien
conocido que había diferencias dialectales entre los israelitas. Jueces 12:5-6
recoge que los fugitivos efraimitas eran incapaces de decir
"*shibboleth" y en cambio decían "sibboleth" y por eso delataban su
origen a sus enemigos galaaditas.


La Biblia hebrea fue transmitida por la gente en Judá, pero restos de otro dialecto -presumiblemente septentrional- han sido preservados en la Biblia. La Canción de Debora (Jueces 12), que parece ser de origen septentrional, usa el masculino plural acabado en -în en el v.10 y la partícula relativa sa- en el v.7, donde el dialecto de Judá habría usado -îm y aser, respectivamente.


Hubo otras diferencias entre el hebreo del norte y del sur, como en la segunda persona del singular femenino del pronombre y en el sufijo pronominal. Un relato como el de 2Reyes 4 (en el que el profeta del norte Elisha
aparece) ha retenido también algo de su dialecto septentrional. Luego,
algunas inscripciones septentrionales muestran diferencias dialectales.
Por ejemplo, la palabra de la Biblia hebrea para casa es bayit, pero las inscripciones norteñas tienen bt, que refleja probablemente una pronunciación [bet], y "año" es st en contraste con el sureño snh. El libro de Oseas
contiene muchas dificultades lingüísticas y textuales, y algunas de
ellas pueden quizá ser explicadas como resultado del dialecto norteño
del profeta.


Evolución histórica


Arte judío. Marianos y Janina, Mosaico bizantino de la Sinagoga Beit Alfa, siglo VI. La composición incorpora los doce motivos zodíacos por ser coincidentes con los doce meses del calendario hebreo.7 La presencia del motivo central del sol tiene aquí una justificación de orden astronómico (y no religioso).8 Las cuatro figuras de las esquinas representan los cuatro hitos del año,9 solsticios y equinoccios, nombrados en hebreo según el mes en que cada uno de ellos ocurre: Tishrei, [Tevet], Ni[san] y Tamuz. Kibutz Beit Alfa, Israel.

Relieve con los Diez Mandamientos en hebreo, custodiados por dos leones rampantes de Judá. Sinagoga Yeshuá Tová, Bucarest, Rumania, c. 1927.10
El hebreo cambió con el paso del tiempo. La lengua del libro de las Crónicas, por ejemplo, es diferente del de Reyes.
El arameo se convirtió en la lengua dominante en la región
Siro-Palestina e influyó al hebreo y, finalmente, lo desplazó en algunas
áreas. Nehemías 13.24 se queja de que algunos niños de matrimonios mixtos ya no podrían hablar la lengua de Judá
sino que hablaban "la lengua de Ashdod". Es posible que esto se refiera
no a un vestigio de la lengua filistea (aunque esto es algo que no debe
ser descartado) sino al arameo.


La lengua del Eclesiastés difiere marcadamente de la de los textos del preexilio, y las peculiaridades lingüísticas de la Canción de Salomón
son con frecuencia atribuidas a una fecha tardía. Alguna gente, sin
embargo, podría todavía escribir en el estilo primitivo, como se puede
ver en el juicio de Jesús ben Sira, escrito alrededor del 180 a. C. y en el parcial escrito de Qumrán. Con todo, tales ensayos de composición en hebreo clásico fueron intentos de arcaización. El prólogo a la traducción griega de Sirach también contiene el uso primitivo del término hebreo para la lengua del antiguo Israel.


La escritura rabínica de los primeros siglos de la era común usa una forma del hebreo que es usualmente conocida como hebreo misnaico (de la colección de tratados legales conocida como Misná,
de ca. 200). Fue entonces generalmente creído que esta lengua nunca
había sido usada por la gente común sino que fue una lengua erudita
creada bajo la influencia del arameo. Ahora es generalmente reconocido
que los rabís
no confeccionaron una lengua erudita sino que usaron una forma del
hebreo que se desarrolló en los últimos siglos a.C. Esta conclusión
emerge desde un estudio de la naturaleza de la lengua y de las
referencias en los textos rabínicos hasta su uso por la gente ordinaria,
y este uso vernáculo sin duda deja entrever su presencia en el
trasfondo de los rollos Copper de Qumrán y en algunas cartas de la Segunda Revuelta Judía (132-135).


Aunque el hebreo se usó en Judá en el primer siglo como vernáculo, también se hablaron el arameo y el griego, y hay evidencias de que el arameo fue dominante al norte de Galilea. Jesús vino de Galilea y, probablemente, habló arameo. Algunas de sus palabras citadas en los Evangelios
están en arameo, aunque algunas (tales como "*abba" y "ephphatta")
puedan ser tanto hebreo como arameo. No es improbable que también
hablase hebreo, especialmente en sus visitas a Judea. Algunos estudios (ver enlaces externos) indican que lo más probable es que Jesús hablara hebreo con "acento de Galilea".


Varios versículos en el Nuevo Testamento parecen, a primera vista, referirse a la lengua hebrea, y la palabra griega traducida como Hebreo (hebraisti) se refiere a esa lengua en Apocalipsis
9,11; 10,16. Pero también se usan del arameo palabras tales como
Gabbatha en Golgotha en Juan 19,13-17 y ello, probablemente, denota una
lengua semítica (distinta del griego) hablada por los judíos, incluyendo
tanto al hebreo como al arameo, más que referirse al hebreo en
distinción del arameo. Igualmente, la expresión aramea Akeldema se dice en Hechos 1.19 en "su lengua", o sea, la lengua de la gente de Jerusalén.


Algún tiempo después de la Segunda Revuelta Judía,
el hebreo murió como lengua vernácula en Palestina, probablemente a
finales del siglo II o III. Sin embargo, siguió siendo usada por los
judíos como una lengua religiosa, erudita y literaria, y también es
hablado en ciertas circunstancias. Fue revivida como vernácula sólo a
fines del siglo XIX, y hoy es la lengua viva del estado de Israel.


Escritura


Calendario agrícola de Gézer, con caracteres hebreos arcaicos, siglo X a.E.C. Museo de Israel.

Fragmento uno de los Manuscritos del Mar Muerto con Salmo en texto hebreo clásico que incorpora el tetragrámaton en caracteres hebreos arcaicos, siglo I E.C. Santuario del Libro, Museo de Israel.

La lengua hebrea se escribe de derecha a izquierda con un alfabeto de veintidós letras. Originalmente, denotaban sólo consonantes, pero la w, y y la h también se usan para representar ciertas vocales largas y vocales al final de palabra (w = /u/; y = /i/; h = /a/, /o/ y /e/; w y y fueron usadas más tarde para /o/ y /e/, respectivamente) hasta, al menos, el siglo X a. C. y w y y en el interior de palabra hasta el siglo IX. Estas matres lectionis o consonantes auxiliares, escritas para denotar vocales, se emplean también en otras lenguas semíticas, y se denominan niqud.


En los textos procedentes de Qumrán y en escritos tardíos, las letras se usaron con más profusión para representar las vocales.
El sistema completo de representación de vocales, añadiendo puntos a
las consonantes, se desarrolló mucho más tarde, entre el siglo V y
X d. C.


El actual sistema de vocalización reproduce, entonces, la pronunciación corriente de unos mil años después del final del periodo bíblico, aunque sin duda está basado en las primeras tradiciones de lectura de la Biblia.


Fonología

Esta sección hace una descripción del hebreo moderno, que difiere en un cierto número de aspectos del hebreo antiguo o bíblico. En la pronunciación el hebreo moderno presenta una reducción del número de consonantes.


Vocales

El inventario vocálico del hebero moderno es:



Anterior Central Posterior
Cerrada i
u
Media e
o
Abierta
a
Este inventario difiere notablemente del de hebreo antiguo que constaba de más elementos.


Consonantes


Labial Coronal Dorsal Glotal
Oclusiva simple p, b t, d k, g ʔ
Africada simple
ʦ

Fricativa f, v s, z; ʃ χ, ʁ h
Aproximante
l j
Nasal m n

Gramática

En la gramática presenta un acercamiento a la sintaxis de las lenguas
europeas, así como una importante cantidad de préstamos léxicos
procedentes de estas lenguas.


Desde el punto de vista tipológico el hebreo es una lengua sintética con un alto grado de fusión. En cuanto al orden básico el hebreo tienen SVO y usa preposiciones, con tendencia a ser núcleo inicial. Un alineamiento morfosintáctico de tipo nominativo-acusativo.


Hebreo y español


Inscripción hebrea en la Sinagoga de Córdoba, cultura sefardí, siglo XIV.
Las coincidencias entre el español
y el hebreo antiguo son escasas, mientras que las existentes entre el
español y el hebreo moderno son más numerosas. La razón de esto es que
la lengua antigua tenía una exigua influencia de las lenguas origen del español, el latín y el griego, mientras que el hebreo moderno ha adoptado numerosos préstamos de ambos idiomas. Además, la adopción por el Estado de Israel de la norma de pronunciación sefardí (frente a la ashkenazí) supuso que la pronunciación moderna del hebreo sea casi igual a la de los judíos expulsados de España en 1492, y naturalmente próxima a la del español. Un ejemplo de ambas similitudes serían los nombres hebreos de numerosas ciencias: ביולוגיה (byológuia), גאוגרפיה (gueográfia), היסטוריה (história), etc.


Entre las coincidencias está la presencia de dos géneros gramaticales (masculino y femenino)
así como la relativa libertad del orden sintáctico en las frases. El
orden SVO y el uso de preposiciones, así como una morfología nominal más
o menos sencilla junto a una morfología verbal más compleja y de tipo fusionante.


Entre las diferencias entre el hebreo antiguo (junto con otras lenguas semíticas) y el español están la presencia en el primero de las consonantes guturales ʕayin y het; las consonantes enfáticas tet, tsadik y kuf (tipos de /t/, /s/ y /k/); la sibilante sin (probablemente, la misma que hay en dialectos sur-arábigos modernos) junto con samej
(/s/) y sin (/s/). En el hebreo moderno, sin embargo, tales consonantes
se pronuncian con sonidos exactamente iguales que en el español:


- ʕayin no se pronuncia - het como j /x/ - tet como t /t/ - tsadik como ts /ts/ - kuf como 'c, q /k/ - sin como s /s/ - samej como s /s/


Otras diferencias son el uso de la forma dual para ciertas formas de algunos nombres que aparencen en parejas (ej. ojos, orejas, pies); el hecho de que muchas palabras deriven de raíces de tres consonantes; y un sistema verbal en el que el uso de ciertas vocales y consonantes denota diferencias en el significado (ej. katab "él escribió"; niktab "eso fue escrito"; hiktîb "él hizo escribir") y en el que hay dos formas, las llamadas perfecto e imperfecto, que fueron usadas en los últimos tiempos para denotar el pasado y el futuro, pero que habían sido empleadas en los primeros tiempos de forma que es todavía discutida.


Las escasas similitudes semánticas entre ambas lenguas se deben,
además de la influencia latina y griega sobre el hebreo moderno, a la
influencia del árabe sobre el español,
que introdujo palabras semíticas similares en algunos casos al hebreo:
לימון limón (limón). Existen además préstamos directos del hebreo
bíblico al español, como 'aleluya', 'amén' o 'mesías', así como gran cantidad de nombres de pila como Juan, José, María, Jesús, Ana, Manuel, Santiago, etc.


Arte y escritura hebrea

Estudio y traducción del idioma hebreo, diccionarios y concordancias

Ejemplos de textos e inscripciones hebreas

Referencias


  • La
    noción de pueblo judío en el Exilio (a menudo denominada "la Diáspora"
    con mayúscula) pudo haber tenido sentido solo antes de la creación del
    moderno Estado de Israel.
    A partir de la creación del mismo en 1948, el uso del término
    "Diáspora" en cierto sentido se ha vuelto obsoleto: Santiago Kovadloff
    explica que su origen es de orden religioso y el mismo fue a menudo
    empleado para justificar la condición de exilio en el caso de los
    israelitas, quienes en varias oportunidades se vieron obligados a dejar
    la Tierra de Israel para subsecuentemente asentarse en territorios extranjeros. Ello dio notoriedad a la descripción del pueblo judío
    como una "nación apátrida" durante casi dos mil años. Sin embargo,
    demuestra Kovadloff, el pueblo judío de hecho conoció numerosas olas
    emigratorias antes, durante y después de la existencia del cualquiera de
    los Estados hebreos autónomos de la Antigüedad. Es a raíz de ello que, a
    partir de 1948, según Kovadloff, resulta inadecuado denominar
    "Diáspora" a la condición de todos aquellos judíos que viven fuera de
    Israel: israelitas o israelíes,
    lo cierto es que en la gran mayoría de los casos ellos no son forzados a
    vivir fuera de Israel; y, de desearlo, muchos de ellos podrían
    establecerse allí; mas —afirma Kovadloff desmitificando la tradición
    religiosa— si no lo hacen, ello no se debe a que en la actualidad tal
    proceder les sea impedido, sino porque parte considerable de ellos opta
    por vivir fuera de Israel (Santiago Kovadloff, La extinción de la diáspora judía, Buenos Aires: Emecé, 2013).

    1. Original preservado en la colección Gross, Tel Aviv (Megillat Esther, consultado 12 de febrero de 2015).

    Véase también

    Bibliografía

    Enlaces externos


    Otros proyectos


  • Lewis, M. Paul; Gary, F. Simons; Charles, D. Fenning (2013). «Hebrew». Ethnologue: Languages of the world (en inglés) (17 edición). Dallas, Texas: SIL International. Consultado el 29 de marzo de 2013.


  • United States Census Boreau (2000). «Census 2000 PHC-T-37. Ability to Speak English by Language Spoken at Home: 2000». Ability to Speak English by Language Spoken at Home (PHC-T-37) (en inglés). Consultado el 6 de abril de 2013.


  • En castellano, Israel es a veces denominado "Estado Hebreo".


  • La reina del Shabat es símbolo del Israel y también de la fe hebraica. La estampa de Lilien es una ilustración para Judá, libro de poesías sobre temas bíblicos por Börries von Münchhausen, Berlín, 1900-1. The University of Chicago Chronicle, Vol. 21, № 2, 4 de octubre de 2001: October Highlights; consultado 1 de noviembre de 2014.


  • Según el texto, la ketubá en cuestión fue realizada en ocasión del matrimonio de Shlomó ben Zare de Carcasona y Bela de Meruaña.


  • R. Errell y D. Pegaz: "The
    floor mosaic of the ancient Bet Alpha synagogue showing an allegorical
    illustration of the sun surrounded by the twelve signs of the Zodiac
    " (Israeli Postage Stamp Catalog).


  • En astronomía, el zodiaco
    (del griego "zoon-diakos" que significa rueda de los animales) es una
    banda que circunda la esfera celeste y que es lo suficientemente ancha
    para contener al sol.


  • En hebreo, תקופות—Tkufot.


  • En hebreo, Yeshuá Tová significa "Buena Redención".


  • Éxodo 28; Encyclopedia Judaica, Nueva York, 1905-6.


  • En este manuscrito preservado en el Museo de Israel
    en Jerusalén, las figuras con cabeza de ave también bendicen el vino,
    se lavan las manos antes de comer vegetales y recitan poemas litúrgicos
    llamados en hebreo paytanim (Elie Kedourie, Le monde du judaïsme,
    Londres y París: Thames & Hudson, 2003, pp. 117-118, 259). Para una
    posible interpretación de la relación entre texto e imagen en este
    manuscrito, véase Marc Michael Epstein, The Medieval Haggadah: Art, Narrative & Religious Imagination, New Haven and London: Yale University Press, 2011; y Richard McBee, "Bird’s Head Haggadah Revealed", The Jewish Press, 29 de marzo de 2012 (consultado 21 de noviembre de 2014).


  • Manuscrito hebreo-catalán presevado y exhibido en la British Library de Londres (BL Add MS 14761).


  • The Kennicott Bible


  • Together Again: A Renaissance Mishneh Torah from the Vatican Library and The Israel Museum, Museo de Israel, mayo-septiembre de 2015.


  • Preservada en el Jewish Museum de Nueva York.


  • Acerca de la ketubá (כְּתוּבָּה; pl. ketubot), véase Art of the Ketubah: Decorated Jewish Marriage Contracts ranging from the 17th to the 20th Centuries, Yale University, Beinecke Rare Books & Manuscript Library, 2009 (accedido diciembre de 2013).


  • Acerca del contexto histórico de este período véase Wachtel, The Jews in the Age Of Mercantilism, Sotheby's, 3 de abril de 2013.


  • El triángulo empleado por Goya tiene connotaciones tanto judías como cristianas, sugiriendo el componente divino de la Estrella de David así como también la noción de Santísima Trinidad,


  • La estampa es así titulada a partir de la inscripción en idioma hebreo que figura en la misma.


  • Imagen publicada en Ost und West, Berlín, enero de 1902, 17-18.


  • Natalie Zemon Davis, Trickster Travels: A Sixteenth-Century Muslim Between Worlds, Hill and Wang, 2006, pp.180-181.


  • Exhibido en Beth Hatefutsoth en 2011.


  • La
    inscripción hebrea figura en el dintel superior, es soportada por otras
    dos en latín (cada una de estas últimas figura en un edículo).


  • Conocido como el "Bodleian Bowl", perteneció al rabino Yechiel de París (Jewish Encyclopedia, 1901-6).


  • Original preservado en el Museo de Israel, Jerusalén.


  • La imagen muestra la réplica exhibida en Beth Hatefutsoth en 2011.


  • Original preservado en el Jewish Theological Seminary of America, Nueva York.


  • David Wachtel, "The Jews of Eastern Europe", Sotheby's, 3 de abril de 2013 (accedido 11 de noviembre de 2013).


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