Catedral-Basílica de Nuestra Señora del Pilar de Zaragoza
[Image: Basilica del Pilar ZaragozaAragon(Spain)-2.jpg]
Vista del conjunto
Bien de Interés Cultural
(22 de junio de 1904, RI-51-0000083)
Localización
País
[Image: Flag of Spain.svg]
España
División
[Image: Flag of Aragon.svg] Aragón
Subdivisión
[Image: Flag of Zaragoza province (with coat of arms).svg] Zaragoza
Municipio(s)
Zaragoza
Ubicación
Plaza Nuestra Señora del Pilar s/n (50003)
Información religiosa
Culto
Iglesia católica
Diócesis
Diócesis de Zaragoza
Orden
Clero secular
Acceso público
Todos los días
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Uso
Iglesia y museo
Estatus
Catedral-
basílica
Advocación
Nuestra Señora del Pilar
Historia del edificio
Construcción
• Hasta el siglo XIII, construcción de una iglesia románica
1293-1515, Nueva iglesia gótico-mudéjar
• 1681-1730, Nueva basílica
• 1754-1765, Reforma capilla
• 1866-1872, Cúpulas centrales
• 1903-1907, Segunda torre
• 1950-1961, Torres Norte
Estilo
Barroco,
Rococó,
Neoclásico
Arquitecto(s)
•
Felipe Busiñac y
Felipe Sánchez, continuadas por
Francisco de Herrera el Mozo (basílica).
• Reforma de
Ventura Rodríguez
Datos arquitectónicos
Tipo
Planta basilical de tres naves y siete tramos con bóvedas de cañón, en las que se intercalan cúpulas y bóvedas de plato
Materiales
Piedra, ladrillo y estuco
-----
Torre(s)
Cuatro, en las esquinas 98 m (altura)
Longitud
• 130 m
Anchura
67 m
Mapa(s) de localización
Catedral-Basílica de Nuestra Señora del Pilar de Zaragoza (España)
Catedral-Basílica de Nuestra Señora del Pilar de Zaragoza (Provincia de Zaragoza)
Coordenadas
41°39′17″N 0°52′33″O / 41.65472, -0.87583 Coordenadas: 41°39′17″N 0°52′33″O / 41.65472, -0.87583
[
editar datos en Wikidata ]
La
Catedral-
Basílica de
Nuestra Señora del Pilar de
Zaragoza es un importante templo
barroco de
España. Según la tradición, se trata del primer templo mariano de la
Cristiandad, puesto que en él se conserva y venera el pilar —en realidad, una columna de
jaspe— que, según la tradición, fue puesto por la
Virgen María quien, viviendo aún en
Jerusalén, se habría aparecido en carne mortal al
apóstol Santiago el día
2 de enero del año
40. Documentalmente no hay pruebas de lo consignado en la tradición, cuyos pormenores datan de
1297 —en una bula del papa
Bonifacio VIII— y
1299
—una declaración de los Jurados de Zaragoza—, donde por primera vez se
atestigua la advocación de «Santa María del Pilar», tras emprender en
1293 el obispo
Hugo de Mataplana una rehabilitación del edificio que amenazaba ruina, gracias a las donaciones propiciadas por la mencionada bula papal.
[ 1]
La historia documentada del templo se remonta al
siglo IX, cuando según la Historia del traslado de San Vicente de
Aimoino, se atestigua la existencia de una iglesia
mozárabe en
Saraqusta dedicada a Santa María en el mismo lugar en el que actualmente se encuentra la basílica
barroca. En torno a este templo se articulaba una de las comunidades de cristianos de la ciudad.
[ 2] [ 3]
Arquitectónicamente, el templo se articula en tres naves, de igual
altura, cubiertas con bóvedas de cañón, en las que se intercalan cúpulas
y bóvedas de plato, que descansan sobre robustos pilares. El exterior
es de ladrillo, siguiendo la tradición de construcción en ladrillo
aragonesa, y el interior revocado en estuco. La nave central se halla
dividida por la presencia del altar mayor bajo la cúpula central. El
altar está presidido por el gran
retablo mayor de la Asunción, perteneciente a la Iglesia anterior, realizado por el escultor
Damián Forment en el siglo XVI, siguiendo los modelos impuestos del retablo gótico de la vecina
catedral zaragozana del Salvador (La Seo). Bajo las otras dos cúpulas elípticas de la nave central, se dispuso la
Santa Capilla de la Virgen del Pilar,
y el coro y órgano, que también procedían de la iglesia gótica
predecesora. Actualmente se encuentran desplazados al tramo de los pies
del templo, para dotar de mayor espacio a los fieles que ocupan la nave
desde el altar mayor. El Pilar ostenta el rango de catedral desde la
Bula de Unión de 1676, compartiendo desde entonces la sede del arzobispo
de Zaragoza con la vecina catedral del Salvador -La Seo-. En 1948, el
Papa Pío XII le concedió el título de Basílica. Es además desde
2007, uno de los
12 Tesoros de España.
[ 4]
Historia del edificio [ editar]
Según la leyenda
cristiana María se habría aparecido en Zaragoza «en carne mortal» sobre una columna —llamada popularmente «el Pilar»— en el
año 40.
A partir de esta creencia, la tradición religiosa habla de la presencia
de una capilla mandada construir por la Virgen para alojar la columna
que dejó en testimonio de su venida, y que fue ejecutada por
Santiago y los siete primeros convertidos de la ciudad del Ebro.
Tímpano de la iglesia románica.
No hay constatación arqueológica ni documental de esta primera
capilla, pero sí las hay de la existencia de una iglesia en Saraqusta,
«madre de las iglesias de la ciudad», dedicada a Santa María Virgen en
el
siglo IX
en el lugar donde actualmente se erige la Basílica, en torno al que se
articulaba una de las comunidades de mozárabes de la ciudad, según
transmite el monje franco de la
abadía de Saint-Germain-des-Prés Aimoino.
[ 5] [ 6]
Tras la conquista de Zaragoza por el rey
Alfonso I de Aragón en 1118, el templo se encontraba en estado ruinoso, y el obispo
Pedro de Librana hubo de acondicionar la iglesia para su culto cristiano.
[ 7] Tiempo después, comenzó en ese mismo lugar la construcción una iglesia
románica cuyas obras no finalizaron hasta el
siglo XIII.
De esta época data la antigua capilla del Pilar, situada en el interior
de una sala en un claustro anejo al templo principal dedicado a Santa
María. La capilla del Pilar está documentada por
Diego de Espés en
1240 y era un recinto de culto independiente. Una bula del papa
Bonifacio VIII de
1297
confirma que ya se veneraba el pilar —o columna— vinculado a la
advocación de Santa María, uniéndose ambos cultos en el de Santa María
del Pilar.
El templo barroco [ editar]
Basílica del Pilar en 1806. Grabado de Robert Daudet a partir de un dibujo de Louis François Léjeune.
Tras la ampliación del templo culminada en
1730 la Basílica alcanzó las actuales dimensiones: 130 m de largo por 67 de ancho.
[ 8] Finalmente, en
1765, culminó la reforma con las aportaciones de
Ventura Rodríguez, quien en
1750 había proyectado una nueva capilla de la Virgen por iniciativa de
Fernando VI que comenzó a ejecutarse en
1754 una vez demolida la antigua.
Ventura Rodríguez también trató de reorganizar el templo. Entre sus
planes estaba cambiar de lugar el retablo renacentista y el coro,
creando una vasta nave central, que tendría por altar el gran
altorrelieve de mármol que decora el muro del trasaltar de la Santa
Capilla de
Carlos Salas Viraseca.
Finalmente no se llegó a hacer, pero sí que modificó el concepto
decorativo del interior del templo, simplificando notablemente la
decoración de los capiteles y los flameros de las columnas, dándole un
aspecto más sobrio y acorde con el incipiente gusto neoclásico de la
época a la catedral.
También contribuyó a su aspecto bizantino actual el
marqués de Peralada
quien dio la idea de dotar al santuario de su característica silueta de
cúpulas y torres, que fueron erigidas en su mayor parte entre
1796 y
1872,
año en que se consideró terminado el templo. Sin embargo las torres
exteriores que realzan el volumen exterior datan en su mayor parte del
siglo XX, y no fueron concluidas hasta
1961.
Exterior de la Basílica [ editar]
Vista del Pilar y el Ebro.
El volumen exterior de la Basílica del Pilar alcanza proporciones
majestuosas. A lo largo de los siglos, y sobre todo desde la edificación
barroca, el templo ha ido engrandeciendo su silueta con el alzado de
cúpulas y de torres en sus ángulos.
Posee en la actualidad once cúpulas techadas con tejas vidriadas de
colores verdes, amarillos, azules y blancos. Una central, en la
confluencia entre la nave y el tramo centrales de la iglesia —que consta
de tres naves y siete tramos—; dos más pequeñas situadas a ambos lados,
en los tramos segundo y sexto, sobre la Santa Capilla y el Coro Mayor; y
cuatro menores rodeando en los ángulos a estas dos cúpulas medianas,
sobre los tramos primero, tercero, quinto y séptimo de ambas naves
laterales. Además, entre los contrafuertes se cierran capillas rematadas
con linternas. Las torres, alzadas en su mayor parte en el siglo XX,
alcanzan los noventa y ocho metros de altura.
[ 9]
Portada central de la fachada sur.
En 1944 se convocó una limosna popular para reformar la fachada sur, vertiente a la plaza. El proyecto de
Teodoro Ríos
se ejecutó entre 1945 y 1950 y consistió en enmarcar con pórticos de
frontones triangulares sobre columnas corintias las dos entradas
principales de los extremos del templo. Asimismo, se añadieron pilastras
adosadas que rompían la monotonía del muro para crear una serie de
tramos, a la vez que se situaba, en el centro, coincidiendo con la
cúpula mayor, otro pórtico formado por un nicho con una escultura de la
Venida de la Virgen de
Pablo Serrano
(1969) en coincidencia con el piñón de la nave del crucero o tramo
central, flanqueado por dobles columnas entre las que se situaron nichos
con flameros.
En el muro más cercano a la puerta del extremo oriental, la que queda más cercana a la Santa Capilla se insertó el
tímpano románico, único resto que queda de la iglesia altomedieval.
Interior de la Basílica [ editar]
Aspecto de la nave de la Epístola o meridional.
La disposición interior de la basílica del Pilar se articula en
tres naves —la central más ancha— y siete tramos, que descansan sobre
gruesos pilares decorados con pilastras adosadas clasicistas. Sobre
ellos hay unos sobrios entablamentos que soportan cúpulas sobre pechinas
y bóvedas rebajadas. En los muros se abren capillas laterales cubiertas
con cúpulas con linterna o bóvedas. Los
intradoses de los
arcos de medio punto, cuellos de bóvedas y cúpulas fueron decorados en
1871 por el escultor
Manuel Miguel Gálvez con guirnaldas y
putti.
Siguiendo un recorrido según las agujas del reloj, desde la llamada
Puerta Baja (la más cercana a la Virgen, en el extremo este de la
fachada Sur), se encuentra la Capilla de Santa Ana y la de San José. A
continuación, en el centro de la nave lateral Sur, se abre la Sacristía
Mayor. Seguidamente la Capilla de San Antonio y la de San Braulio hasta
llegar a la entrada de la Puerta Alta. En el tramo oeste, en el
trascoro, se encuentran cuatro pequeñas capillitas, a ambos lados del
coro, entre las que destacan las del Ecce Homo (con un cuadro atribuido a
Roland de Mois o a
Pablo Scheppers),
y la de la Buena Esperanza. En el lado de los pies de la catedral se
abren otras dos capillas: del Rosario y de San Agustín (llamada también
Parroquia del Pilar, donde se celebran oficios religiosos cotidianos) y
entre ellas se sitúa la Sala Capitular.
En el lado Norte y desde la Puerta Alta del Norte, que da a la
ribera del Ebro, hay otras tres capillas: San Pedro Arbués, San Lorenzo y
San Joaquín y la Sacristía de la Virgen, dejando en el centro el
espacio que ocupa el Museo Pilarista. Por último, en el lado Este,
frente a la Santa Capilla está el Coreto de la Virgen y a ambos lados
dos capillas: al Norte la de Santiago y al Sur la de San Juan, ya en la
Puerta Baja de entrada del lado de la plaza mencionada al comienzo de
este recorrido, que es la que mayor afluencia de público recibe.
El Museo Pilarista guarda un sinfín de objetos de orfebrería
litúrgica, pero destaca sobre todo el llamado Joyero de la Virgen, en el
que se presentan coronas, diademas, resplandores, etc. de piedras
preciosas, y la colección de más de 350 mantos de la Virgen.
Como curiosidad hay que hablar de las bombas que se lanzaron sobre
la basílica en la Guerra Civil. En la madrugada del tres de agosto de
1936 un bombardero Fokker F-VII del ejército republicano español,
volando a baja altura, lanzó cuatro bombas sobre la ciudad; una de ellas
cayó en las calles de Zaragoza, fuera del templo; otra cayó en la misma
plaza del Pilar, frente a la calle Alfonso,-“marcando una cruz en el
suelo y levantando cinco adoquines”- relataba la prensa de los rebeldes
al día siguiente; otra atravesó el techo del templo y la última cayó en
el mismo marco dorado del mural de Goya en el Coreto. Ninguna de las
bombas estalló, pero el fuerte impacto las destrozó, derramando el
explosivo por el fondo de la bóveda. Hoy se exhiben y conservan dos de
estos proyectiles en uno de los pilares cercanos a la Santa Capilla.
Este hecho se atribuyó, en el bando sublevado y entre la población
zaragozana, a un milagro de la Virgen. Sin embargo, el suceso no se
puede considerar como excepcional, debido a que las bombas utilizadas,
como gran parte del armamento de que disponían ambos bandos al inicio de
la guerra, era anticuado y estaba fuera de uso;
[ 11]
por otro lado, menudeaban los actos de sabotaje entre los servidores de
la Marina y la Aviación republicanas (las bombas, según un informe del
Director del Parque de Artillería de Zaragoza,
[ 12]
estaban mal montadas) y, por si era poco, las bombas estaban diseñadas
para explotar sólo si se lanzaban por encima de los 500 metros, y no
desde 150 como lo hizo el inexperto (o quizás, según algunos, poco
inclinado al bombardeo del templo) aviador.
[ 13]
También cabe destacar la presencia de las banderas de España e Hispanoamérica, por ser la
Virgen del Pilar la patrona de la
Hispanidad.
Pinturas al fresco [ editar]
Están pintadas todas las cúpulas que rodean y coronan la Santa Capilla.
Antonio González Velázquez pintó en
1753 la cúpula elíptica sobre la capilla de la Virgen y las restantes los hermanos
Ramón y
Francisco Bayeu y
Francisco de Goya, que decoró la que lleva el nombre de
Regina Martirum
(Reina de los Mártires) y la bóveda del Coreto. También recibieron
ornamentación pictórica la cúpula mayor, la que cubre el órgano y Coro
Mayor, y la cúpula elíptica de la nave central de delante del Coro. Los
bocetos de muchas de estas obras se guardan en el museo de la catedral.
Pinturas de las cúpulas del entorno de la Santa Capilla (siglo XVIII) [ editar]
En
1752,
mientras se comenzaba a edificar la Santa Capilla, Ventura Rodríguez
propuso que decorara la cúpula elíptica de este espacio el joven
Antonio González Velázquez, que se encontraba en Roma estudiando con
Corrado Giaquinto.
Tras diseñar los bocetos preparativos con la colaboración de su maestro
el pintor italiano, comenzó la ejecución del fresco con el tema La
construcción de la Santa Capilla y la Venida de la Virgen del Pilar en
la media naranja, a lo que sumó la decoración de las pechinas con la
representación de Cuatro mujeres fuertes de la Biblia. La ornamentación
pictórica fue inaugurada en
1753. En ella González Velázquez mostró su perfección académica en el dibujo y su fluido uso del cromatismo rococó.
No fue hasta
1772 que se continuó la decoración al fresco, con el encargo que entonces se hizo a un joven
Francisco de Goya de la bóveda del coreto de la Virgen, donde representó la
Adoración del Nombre de Dios. Desde esos años, el cabildo catedralicio había encargado a
Francisco Bayeu,
por entonces pintor de la Corte, el resto de las cúpulas y bóvedas que
rodeaban a la Santa Capilla. Comenzó pintando la bóveda situada en el
tramo de delante de la capilla de la Virgen, con el tema Regina
Sanctorum Omnium (Reina de todos los Santos), y continuó con la bóveda
situada detrás, la dedicada a la reina de los ángeles, Regina Angelorum.
A partir de
1780
Francisco Bayeu contó con su hermano Ramón y su cuñado Francisco para
finalizar la corona de la ornamentación de la Virgen. Goya se encargó de
la cúpula situada frente a la capilla de San Joaquín con la letanía
Regina Martirum.
Sin embargo, al cabildo no le agradó su técnica suelta y su dibujo poco
académico, por lo que, tras pintar con mayor adecuación clasicista las
pechinas después de haberle sido rechazados los primeros borradores para
estas, dejó el proyecto muy dolido con el cabildo y enemistado con su
cuñado Francisco. Ramón Bayeu pintó otras tres cúpulas con los asuntos
Regina Virginum, Regina Patriarcarum y Regina Confessorum.
Cúpulas central y de los pies del templo (siglos XIX y XX) [ editar]
Finalmente, en
1941,
Ramón Stolz pinta la bóveda sobre el Coro Mayor con la Alegoría de la música glorificando a Dios y en
1955,
la cúpula elíptica inmediata con una Alegoría del Rosario. También
pintó dos frescos en los muros del tramo central. El situado al costado
de la Sacristía Mayor representa el
Milagro de Calanda y el del frente, junto al Museo del Pilar, La Rendición de Granada.
La Santa Capilla del Pilar [ editar]
Santa Capilla de la Virgen.
La
Capilla de Nuestra Señora del Pilar
es una construcción independiente dentro del conjunto de naves de la
Catedral. Constituye un espacio, amplio e íntimo a la vez, integrado en
el templo pero con escala particular. Está realizado en estilo barroco
clasicista, con cúpulas recortadas, rompimientos de gloria,
entablamentos curvados, y numerosas esculturas y medallones de mármol.
La capilla, construida a partir de un diseño de
Ventura Rodríguez entre
1750 y
1765 como joyel que realzara la imagen de la Virgen, supuso una de las obras maestras de la
arquitectura barroca española. En ella, con materiales de gran nobleza, se da una completa integración de la escultura y la arquitectura. Dirigió las obras
José Ramírez de Arellano —artífice también de los grupos escultóricos del interior—, ya que Ventura Rodríguez solo estuvo en
El Pilar en dos ocasiones y delegó la responsabilidad de la ejecución a partir de
1754 en Ramírez de Arellano.
El espacio está concebido como un
baldaquino dentro del templo y está situado bajo el segundo tramo de la
nave central. La planta es curvilínea de
cruz griega de remates redondeados en planta, cubierta por una
cúpula
central elíptica, sobre un entablamento que discurre sinuoso en una
línea de cuatro lóbulos. La cubierta se perfora en transparentes que
dejan pasar la luz y se adorna todo el conjunto con esculturas exentas
en las cornisas y grupos escultóricos en relieve según un programa que
incluye la necesidad de realzar la camarilla de la Virgen, situada fuera
del eje a la derecha del espectador. Los juegos de curvas y volúmenes
están en deuda con la obra de
Bernini y
Borromini, con la
arquitectura bizantina, el
rococó y el
neoclasicismo.
La Virgen del Pilar [ editar]
La talla de la Virgen en madera dorada mide treinta y ocho centímetros de altura y descansa sobre una columna de
jaspe,
resguardada esta por un forro de bronce y plata y cubierta por un manto
hasta los pies de la imagen, a excepción de los días dos, doce y veinte
de cada mes en que aparece la columna visible en toda su superficie. En
la fachada posterior de la capilla se abre el humilladero, donde los
fieles pueden venerar a la Santa Columna a través de un óculo abierto al
jaspe.
Se trata de una escultura de estilo
gótico tardío franco-borgoñón de hacia
1435 atribuida a
Juan de la Huerta, imaginero de
Daroca.
En cuanto a su iconografía, se observa a María coronada y con túnica y
manto, que recoge con su mano derecha, contemplando a Jesús niño que
agarra el manto de su madre con la mano derecha y un pájaro con la
izquierda. El rostro de la Virgen posee ternura y el niño puede haber
sido objeto de una restauración poco cuidadosa.
Retablo del altar mayor [ editar]
En la
predela están dispuestas siete escenas de izquierda a derecha:
Encuentro de San Joaquín y Santa Ana en la puerta dorada,
Anunciación,
Visitación,
Adoración de los pastores,
Adoración de los reyes magos,
Piedad y
Resurrección, separadas por columnas con
doseletes góticos que acogen estatuas de
santos y
apóstoles.
Es la zona del retablo donde Forment se muestra más avanzado, pues en
los marcos de las escenas y sus arquitecturas y ornamentos, aparece
decoración propia del renacimiento, como
putti,
cartelas o
balaustres. Lo completan sendas estatuas de
Santiago el Mayor y
Braulio de Zaragoza situadas en
hornacinas a los flancos. Asimismo, en el
sotabanco
aparecen escudos heráldicos sostenidos por angelotes y medallones. Las
escenas del banco aún conservan restos de la policromía original, aunque
en las calles principales prácticamente ha desaparecido.
Coro [ editar]
Relieve de un respaldo de la sillería del coro.
Frontero al altar mayor, en el tramo más occidental de la Basílica,
se encuentra un coro renacentista de notable calidad tallado en madera
de
roble de
Flandes que conforma un conjunto con sillería rematada por una alta cornisa y
misericordia, órgano y reja.
Fue labrado por
Esteban de Obray,
Juan de Moreto y
Nicolás Lobato entre
1542 y
1548.
Se trata de una sillería de tres hileras de sitiales superpuestos en
forma de grada y dispuestos en planta ultrasemicircular. En la parte
inferior de los asientos hay trabajos de taracea con inscrustaciones de
boj
amarillo. En un principio los sitiales fueron 138, pero en nuestros
días quedan 124; algunos se reutilizaron ubicándolos en los laterales
del presbiterio del altar mayor.
El programa iconográfico de mediorrelieves de los respaldos es una
de las obras importantes en este ámbito del renacimiento español. Los
lugares presidenciales figuran escenas cuyo asunto es la venida de la
Virgen y la construcción de la Santa Capilla por Santiago y los
convertidos. El resto se destina a representar pasajes de la vida de
María y de la pasión de Cristo.
El órgano mayor de la catedral, cuya caja fue descrita por
Juan Bautista Labaña en 1610 como de «extremada escultura», se conservó en su aspecto original hasta 1940. Fue realizado por Juan de Moreto y
Esteban Ropic en 1529 en estilo
plateresco.
A mediados del siglo XX fue ampliado, para poder interpretar todo el
repertorio clásico y romántico, aumentando su registro y ensanchando su
caja, cuyas partes nuevas se decoraron imitando el estilo de la labra
original.
La verja, manierista, fue obra del
buidador Juan Tomás Celma llevada a cabo entre 1573 y 1578. El basamento marmóreo se debe a Guillermo Salbán.
Coreto, sacristías y otras capillas [ editar]
En todo el perímetro de la Basílica del pilar, en el espacio que
queda entre los contrafuertes, están dispuestas varias capillas
particulares además de otros espacio de uso del cabildo. A partir del
Coreto de la Virgen, frontero a la Santa Capilla, se sigue un recorrido
conforme al sentido de las agujas del reloj.
Coreto [ editar]
Santo Cristo del Pilar, en la Capilla de San Juan Bautista
En el espacio central del lado este, el de la cabecera del templo,
se encuentra el Coreto de la Virgen, enfrentado a la Santa Capilla. Fue
edificado por
Julián de Yarza y Lafuente en
1764
a partir del plan de Ventura Rodríguez. Contiene una sillería de
sesenta y ocho asientos en dos alturas, de los que cuarenta y uno se
encuentran en la fila superior. Es labra de
José Ramírez de Arellano de
1768. Se completa el conjunto con un órgano de
1720 de
Bartolomé Sánchez, cuya caja se decora en
1770 con
putti del taller de
Carlos Salas Viraseca,
que se encargó también de los adornos de estuco de los muros. La bóveda
elíptica rebajada recibió en 1772 el fresco de Goya mencionado, La
adoración del nombre de Dios. Cierra el coreto una verja de jaspe y
bronce de
1792 rematada con famas y angelotes de madera pintada imitando mármol de José Sanz y un medallón con el anagrama de la Virgen.
Capilla de San Juan Bautista [ editar]
En el ángulo suroriental del templo, la primera capilla a la
derecha conforme se entra por la puerta baja que da a la Plaza de las
Catedrales, fue mandada construir por el arzobispo
Tomás Crespo de Agüero,
que yace en un nicho situado en el muro derecho de esta. Está cubierta
con una cúpula con linterna sobre pechinas, todo decorado en 1743 en
estilo tardobarroco
boloñés
con frescos geométricos, figuras alegóricas de las virtudes teologales y
el escudo de armas del arzobispo. Destaca el retablo de
San Juan Bautista tallado en madera con una manera que anticipa el rococó. La imagen del santo data de hacia 1700 y está atribuida a
Gregorio de Mesa. En los muros laterales hay dos grandes lienzos. A la derecha Predicación del Bautista en el Jordán, de
Pablo Félix Rabiella y Sánchez, y a la izquierda una Visitación, posiblemente de
Jerónimo Lorieri.
Importante devoción popular recibe un cristo bajo dosel dispuesto en el
ángulo derecho, el Santo Cristo del Pilar, de estilo barroco andaluz
del siglo XVII.
Capilla de Santa Ana [ editar]
Contiene un retablo de la segunda mitad del XIX en madera imitando jaspes. El grupo principal es Santa Ana con la Virgen de
Antonio Palao y Marco
(1852) y a sus costados hay estatuas de San Juan de Dios —derecha— y
San Francisco de Paula —izquierda—, tallas del barroco tardío
dieciochesco. En la predela se añadieron tres tablas de la segunda mitad
del siglo XVI, unaAnunciación, una posible Adoración de los Magos y el
Nacimiento de Cristo. Al lado derecho de la capilla hay un monumento
funerario con esculturas de
Ponciano Ponzano y Gascón al general
Manuel de Ena,
muerto en 1851 en la Guerra de Cuba, que fue sufragado por sus
compañeros de armas. A la izquierda se encuentran dos tablas de San
Vicente y San Valero de
Roland de Mois.
Capilla de San José [ editar]
Incluye un retablo barroco de la primera mitad del siglo XVII,
reformado posteriormente con añadidos neoclásicos y academicistas en los
siglos XVIII y XIX, que muestra esculturas de un seguidor de José
Ramírez de Arellano. En los muros laterales cuelgan lienzos del siglo
XVII y en el ángulo de la derecha un grabado de
Nicolás Grimaldi hecho en Roma en 1720.
Sacristía Mayor [ editar]
En el centro del lado que da la plaza se sitúa la Sacristía Mayor,
que no está abierta al público. Guarda orfebrería datada desde el siglo
XV que incluye bustos de Santa Ana, Santiago y Santa Úrsula, San Joaquín
con la Virgen, San José con el Niño Jesús, Santiago Peregrino o Santa
Dorotea. También alberga tapices y muebles del siglo XVI, tablas
renacentistas atribuidas a
Juan de Juanes, lienzos barrocos, relicarios y otros enseres de valor.
Capilla de San Antonio de Padua [ editar]
A este santo portugués se le rinde culto en el Pilar desde el siglo
XIV. Esta capilla, de 1713, fue una de las primeras en construirse y
pertenece a los Moncada, titulares del
Marquesado de Aitona,
tras serle cedida por el cabildo por su contribución económica a la
edificación del nuevo templo barroco. En 1755 fue decorada por
José Ramírez de Arellano y su taller, con la construcción de un nuevo retablo, y por
José Luzán,
que pintó la cúpula al fresco con el tema Glorificación de San Antonio
de Padua. Se trata de una de las más hermosas del templo, según Federico
Torralba.
El retablo del altar, fabricado en mármol negro y jaspes que van
desde el ocre claro a los tonos tierra, y con dorados en los capiteles
de las columnas y en la predela, produce una de las arquitecturas de
retablo más interesantes de la región, que desde la mitad del siglo
XVIII, reprodujo esta combinación de materiales y cromatismo. Adopta
modos del barroco romano
borrominesco,
con el juego sinuoso de columnas, intercolumnios, cornisas y
entablamentos. Las esculturas del santo titular con un Niño Jesús en
brazos en el centro, las de Santa Rosa de Lima y San Guillermo situadas
entre las monumentales columnas corintias, el San Miguel del ático y los
grupos de ángeles, están realizados por Ramírez de Arellano en madera
policromada. En los muros laterales este mismo escultor realizó en
yesería estucada de imitación de mármol una Aparición de la Virgen a San
Antonio y el Tránsito del mismo santo.
Capilla de San Braulio [ editar]
Capilla del Rosario [ editar]
Retablo de la Capilla del Rosario
Acoge un retablo herreriano de madera de circa
1601;
en el nicho central se encuentra una escultura de la Virgen del
Rosario, un Cristo en la cruz en el ático y un grupo con San Jorge a
caballo rematando el altar. A ambos flancos del retablo, sobre una
extensión del banco, se yerguen dos personificaciones de la Fe y la
Esperanza, obras muy notables de Carlos Salas Viraseca de hacia 1775. En
las calles laterales y el banco del retablo hay tablas manieristas con
escenas del Nacimiento, Visitación, Santa Catalina y otros mártires, y
dos lienzos reutilizados de más avanzado el siglo XVII de San Miguel y
San Gabriel.
En los muros laterales hay cuatro tablas renacentistas de
Roland de Mois
procedentes de un desmantelado retablo, que formaban conjunto con los
cuadros de la pared izquierda de la mencionada capilla de Santa Ana: San
Vicente, San Braulio, Dormición de la Virgen y Alegoría de Cristo con
la Sagrada Familia, todos ellos pintados hacia
1580.
A continuación el recorrido de las capillas se interrumpe, pues el
espacio central de los pies del templo entre los contrafuertes, en el
lado oeste, y bajo el Coro Mayor, lo ocupa un espacio cerrado al público
general: la Sala Capitular. La siguiente capilla, cerca del ángulo
noroccidental del templo, donde se encuentra la torre desde la que se
pueden contemplar vistas aéreas de Zaragoza, es la que ejerce de
parroquia cotidiana para el culto no extraordinario. Se trata de la
Capilla de San Agustín, conocida como Parroquia del Pilar.
Capilla de San Agustín o Parroquia del Pilar [ editar]
El altar está presidido por un retablo de San Agustín de madera
estofada de alrededor de 1725 de estilo barroco tardío. Las esculturas
son de buena factura: Aparición de la Virgen del Rosario a Santo Domingo
de Guzmán con Santa Catalina y Santa María Magdalena, de iconografía
poco habitual, San Judas Tadeo con la verónica y San Matías, que han
sido atribuidas a
Juan Ramírez de Mejandre. La imagen del titular, San Agustín, es de peor factura.
Capilla de San Pedro Arbués [ editar]
Capilla de San Lorenzo [ editar]
Otra de las capillas que contiene elementos de la fábrica original barroca inaugurada en
1718, como los tiene la de
San Antonio de Padua.
De esa época se conserva el fresco de la cúpula, una Subida de San
Lorenzo a la Gloria portado por ángeles, dinámica composición barroca de
1717 de
Francisco del Plano,
y el arrimadero o zócalo de azulejos valencianos. En los laterales,
otros dos lienzos del mismo pintor: San Lorenzo ante el emperador
Valeriano y El martirio de San Lorenzo, de la misma época. Destacan la
expresividad en los gestos y la técnica de pincelada suelta.
El altar es obra posterior, y fue diseñado por
Ventura Rodríguez en
1780 y ejecutado por
Juan Bautista Pirlet —cantería de jaspes y mármoles— y
Juan Fita
—escultura—, que cinceló en estilo académico neoclasicista el
mediorrelieve de la escena central, Subida de San Lorenzo a los cielos, y
la escena de la predela, Matanza del papa Sixto II y sus diáconos por
las tropas de Valeriano.
Siguiendo este recorrido, seguiría el espacio dedicado al Museo Pilarista que será comentado en último lugar.
Retablo de la Capilla de San Joaquín
Capilla de San Joaquín [ editar]
Su altar está conformado por un retablo de madera sobredorada clasicista de alrededor de
1770 procedente de un convento de
Tauste.
En 1852 se incorporó en su camarín central un San Joaquín con la Virgen
Niña de Antonio Palao ante una perspectiva pintada por
Mariano Pescador. Al lado del evangelio se halla el sepulcro del primer duque de Montemar
José Carrillo de Albornoz, muerto en 1747 y héroe de las campañas dieciochescas en Italia, concretamente en la
batalla de Vitonto, por la que la Monarquía Hispánica recuperó el
reino de Nápoles.
Sacristía de la Virgen [ editar]
Fue construida en 1754 por iniciativa del arzobispo
Francisco Ignacio de Añoa y Busto
sobre diseños de Ventura Rodríguez. Es un espacio cerrado por muros al
que se accede mediante un pórtico de mármol negro y jaspes ocres a
terrosos rematado en frontis triangular y con puertas de nogal talladas
con un relieve en el que se muestra el blasón del arzobispo promotor de
la obra por Ramírez de Arellano.
La sala, de gran suntuosidad, decorada con escultura del mismo José Ramírez y pinturas de
Joaquín Inza,
es de planta rectangular, casi cuadrada. Notables son el pavimento,
taraceado en mármoles, y cuatro puertas labradas con estampas marianas.
Destacan asimismo los armarios de nogal que hasta finales del siglo XX
custodiaron las «Joyas de la Virgen», actualmente en el Museo del Pilar.
En el interior de dos recargadas urnas rococó y sobre sendas a modo
de bandejas, se contemplan dos cabezas degolladas policromadas de San
Pablo y San Pedro muy efectistas atribuidas también a Ramírez de
Arellano.
Retablo de la Capilla de Santiago
Capilla de Santiago o de la Comunión [ editar]
Aloja un templete circular procedente de la Cartuja de las Fuentes de
Lanaja (
Huesca)
ejecutado por Carlos Salas Viraseca. Su arquitectura es barroca
clasicista y se cubre con una cúpula calada, como sucede en la Santa
Capilla. Aunque estuvo decorado con veinte imágenes, solo quedan cuatro
esculturas sedentes de los Padres de la Iglesia policromadas. La estatua
de Santiago titular se debe a
Carlos Palao,
escultor valenciano de la segunda mitad del siglo XIX, al igual que las
cuatro imágenes exentas de los ángulos del pequeño baldaquino.
Museo del Pilar [ editar]
En la que fue hasta 1977 sala de oración de la Basílica, se
muestran obras de valor artístico y emocional relacionadas con el culto a
la Virgen del Pilar. Destacan los mantos que cubren la columna hasta
los pies de la Virgen, de los que se posee una cuantiosa colección con
telas de gran antigüedad y valor. Se guardan, del mismo modo, las
coronas que adornan la imagen de Nuestra Señora del Pilar, una de ellas,
la de la coronación canónica de 1905, de oro y piedras preciosas.
También se muestran en este espacio las joyas de la Virgen, orfebrería
de lujo cuyos ejemplares más antiguos, algunos zarcillos, datan del
siglo XVII. Se pueden contemplar también esmaltes de
Limoges, medallas de la Virgen e incluso un toro de plata regalado por el legendario torero
Francisco Cúchares a la Virgen en 1839. Objetos litúrgicos (cálices, anillos pastorales) completan la colección.
Los muros exponen la mayoría de los bocetos que fueron entregados
por los autores de las pinturas al fresco de cúpulas, bóvedas y muros.
Pero sin duda las piezas centrales del tesoro pilarista son un Libro de
horas del siglo XIII, una cajita de marfil árabe del mismo siglo, una
carta autógrafa de
Santa Teresa de Jesús y, fundamentalmente, el
Olifante de
Gastón IV de Bearn. Se trata de un cuerno de caza de marfil tallado de comienzos del
siglo XII que donó al templo en
1135 la viuda del
adalid de la conquista de Zaragoza, doña
Talesa de Aragón, como contribución a la nueva iglesia cristiana poco después de ser reconquistada
Saraqusta.
Finalmente, en el centro de la sala, está situada la maqueta en madera
de la Santa Capilla que hizo Ventura Rodríguez en 1754 para que sirviera
como modelo del templete.
La Música en El Pilar [ editar]
Rejería y órgano del coro.
En 1657 se sabe que hay varios órganos en la iglesia, quizá cinco
de diversos tamaños y posibilidades. La actividad musical es, por tanto,
rica y variada durante el Siglo de Oro, pero comenzará a decaer a
finales del siglo XVIII.
Desde la Edad Media un músico (
ministril) acompañaba con el
bajón las voces de la
capella
de músicos cantores. La existencia de polifonía instrumental se
documenta desde mediado el siglo XVI en que aparece la polifonía
instrumental, con músicos que interpretan al «tenor» y «contrabajón». En
el último cuarto de este siglo, formando ya una orquesta de
ministriles, acuerdan trabajar para el Concejo Metropolitano de
Zaragoza, la
Diputación del Reino de Aragón y la iglesia de Santa María la Mayor, predecesora de la Basílica catedral. El archivo musical del Pilar está reunido con el de
La Seo, y reúne una cantidad ingente de producción musical desde la Edad Moderna hasta nuestros días.
Maestros de Capilla [ editar]
Organistas [ editar]
Véase también [ editar]
Referencias [ editar]
- ↑ Ansón Navarro y Boloqui Larraya, loc. cit., pág. 287.
- ↑ Textualmente: «[...] in ecclesia beatae Mariae semper Virginis, quae est mater ecclesiarum ejusdem urbis [...]». Cfr. Aimoino, Historia
translationis S. Vicentii levitae et mart. ex Hispania ad Castrense in
Gallia monasterium: auctore Aimonio monacho ord. S. Benedicti,
Madrid, Imprenta Real, 1806, t. 4. Lectio V, pág. 177. Página 13 del
documento digital. Apud «Apéndice de documentos», Joaquín Lorenzo
Villanueva (ed.), Viaje Literario a las iglesias de España, Madrid,
Imprenta de Fortanet-Real Academia de la Historia, 1806, tomo IV, págs.
167-209. Biblioteca Virtual del Pensamiento Político Hispánico Saavedra Fajardo. Ficha catalográfica.[Consulta 16.9.2010].
- ↑ Miguel
Ángel Ortiz Albero, Julián Pelegrín Campo y María Pilar Rivero Gracia,
El Pilar desconocido, Zaragoza, Heraldo de Aragón, 2006, pág. 13.—D. L.
Z-2597-06 OCLC 433533535
- ↑ 12 Tesoros de España
- ↑ Textualmente: «[...] in ecclesia beatae Mariae semper Virginis, quae est mater ecclesiarum ejusdem urbis [...]». Cfr. Aimoino, Historia
translationis S. Vicentii levitae et mart. ex Hispania ad Castrense in
Gallia monasterium: auctore Aimonio monacho ord. S. Benedicti,
Madrid, Imprenta Real, 1806, t. 4. Lectio V, pág. 177. Página 13 del
documento digital. Apud «Apéndice de documentos», Joaquín Lorenzo
Villanueva (ed.), Viaje Literario a las iglesias de España, Madrid,
Imprenta de Fortanet-Real Academia de la Historia, 1806, tomo IV, págs.
167-209. Biblioteca Virtual del Pensamiento Político Hispánico Saavedra Fajardo. Ficha catalográfica.[Consulta 16.9.2010].
- ↑ Miguel
Ángel Ortiz Albero, Julián Pelegrín Campo y María Pilar Rivero Gracia,
El Pilar desconocido, Zaragoza, Heraldo de Aragón, 2006, pág. 13.—D. L.
Z-2597-06 OCLC 433533535
- ↑ Según el artículo «El Pilar», Gran Enciclopedia Aragonesa (en línea). [Consulta:22-7-2008]:
[...] el 10-XII-1118, el Papa Gelasio II
dirige la bula Litteras devotionis al ejército cristiano que sitiaba la
ciudad, comunicándole la aceptación y consagración del obispo por ellos
propuesto, Pedro de Librana, de origen francés, y concediendo
indulgencias a los que murieren en el asedio, a los que en él
combatiesen y a aquellos «qui praefatae urbis ecclesiae, a saracenis et
moabitis dirutae, unde reficiatur, et clericis inde famulantibus, unde
pascantur, aliquid donent vel donaverint». Que esta «ecclesia», por cuya
restauración ofrece indulgencias el Pontífice, se refiere a la de Santa
María aparece por la carta circular, con que el nuevo obispo, Pedro,
una vez conquistada la ciudad, remite la bula papal, por medio del
arcediano Miorrando «universis Ecclesiae fidelibus, archiepiscopis,
episcopis, abbatibus, presbyteris, omnibus catholicae fidei cultoribus».
Para su restauración y para alimento de sus clérigos pide el obispo
limosna generosa. El contenido de esta carta manifiesta la fama general
de que gozaba ya entonces la iglesia de Santa María y la conciencia de
su antigüedad. En la circular se añadían a las indulgencias del Papa,
las del propio obispo Pedro, las del arzobispo de Toledo, Bernardo;
obispo de Huesca, Esteban; obispo de Calahorra, Sancho, y el cardenal
Bosón, legado pontificio y las «omnium episcoporum Hispaniae». Una
prueba bien clara de que la fama del templo de Santa María trasciende ya
los límites ciudadanos y aun diocesanos.
- ↑ Estaba
ya previsto que fuera rematado por once cúpulas, diez linternas y
cuatro torres, aunque al comienzo del siglo XIX solo se habían
construido las cinco cúpulas que coronan y rodean la Santa capilla, y la
torre del ángulo suroccidental. Solo en la segunda mitad del siglo XIX
fueron construidas las cúpulas y cupulillas restantes, y en el siglo XX
las altas torres angulares, que fueron finalizadas en 1961. El interior
de las cúpulas y bóvedas fue ideado para ser pintado al fresco, si bien
no todas las cúpulas lo fueron.
- ↑ Documento sobre la historia de la Basílica en el siglo XX: «El santuario en el siglo XX. 3. Las torres de la ribera del Ebro», pág. 164 (pág. 6 del pdf).
- ↑ Fernández, Ana Ara (2004). «La decoración escultórica del Pilar en el siglo XX: la obra de Antonio Torres». Artigrama (19): 453–471. ISSN 0213-1498. Consultado el 18 de agosto de 2015 .
- ↑ Dimas Vaquero Peláez en "Bombardeos sobre la ciudad de Zaragoza"; Rolde, pg 21
- ↑ Recogido de testimonios y opiniones profesionales de varios militares "Madrid, qué bien resiste", Foro sobre la Guerra Civil Española
- ↑ Recogido de testimonios y opiniones profesionales de varios militares Foros de "El País", consultado 3-10-2013
- ↑ Biografía de Pedro León Andía Labarta.
Bibliografía [ editar]
- ANSÓN NAVARRO, Arturo y Belén Boloqui Larraya, «Zaragoza Barroca», en Guillermo Fatás Cabeza
(coord.), Guía histórico-artística de Zaragoza, Zaragoza, Institución
«Fernando el Católico»; Ayto. de Zaragoza, 2008, 4.ª ed. revisada y
ampliada, págs. 249-327. Cfr. especialmente la sección «Basílica de
Nuestra Señora del Pilar», págs. 287-322.— ISBN 978-84-7820-948-4.
- «El Pilar», Gran Enciclopedia Aragonesa (en línea). [Consulta:22-7-2008]
- NOUGUÉS SECALL, Mariano, Historia
crítica y apologética de la Virgen nuestra señora del Pilar de Zaragoza
y de su templo y tabernáculo desde el siglo I hasta nuestros días, Madrid, Alejandro Gómez Fuentenebro, 1862.
- ORTIZ ALBERO, Miguel Ángel, Julián Pelegrín Campo y María Pilar
Rivero Gracia, El Pilar desconocido, Zaragoza, Heraldo de Aragón, 2006,
pág. 13.—D. L. Z-2597-06. OCLC 433533535
- RINCÓN GARCÍA, Wifredo, El Pilar de Zaragoza, Zaragoza, Everest, 2000. ISBN 84-241-0044-1.
- RISCO, Manuel, España
Sagrada, t. XXX. Contiene el estado antiguo de la Santa Iglesia de
Zaragoza [...] y una colección de las epístolas de San Braulio [...], Madrid, Antonio de Sancha, 1775.
Enlaces externos [ editar]
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