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“Vieron” las cosas que Dios prometió
“No consiguieron el cumplimiento de las promesas, pero las vieron desde lejos.” (HEB. 11:13)
1. ¿De qué maneras nos ayuda la imaginación? (Vea la ilustración del principio.)
LA IMAGINACIÓN es
un hermoso regalo de Dios. Nos ayuda a hacer planes y a esperar con
ilusión el futuro. Jehová puede ver las cosas que aún no han ocurrido, y
algunas de ellas nos las ha revelado en su Palabra. Así podemos verlas
con los ojos de la imaginación, lo cual alimenta nuestra fe (2 Cor. 4:18).
un hermoso regalo de Dios. Nos ayuda a hacer planes y a esperar con
ilusión el futuro. Jehová puede ver las cosas que aún no han ocurrido, y
algunas de ellas nos las ha revelado en su Palabra. Así podemos verlas
con los ojos de la imaginación, lo cual alimenta nuestra fe (2 Cor. 4:18).
2, 3. a) ¿En qué tipo de cosas podemos concentrar nuestra imaginación? b) ¿Qué preguntas se responderán en este artículo?
2 A veces
imaginamos cosas que nunca ocurrirán. Por ejemplo, una niña podría
imaginar que está volando sobre una mariposa, pero eso es solo una
fantasía. En cambio, una mujer de tiempos bíblicos, Ana, usó la
imaginación para pensar en algo que de seguro iba a llegar: el día en
que llevaría a su hijo, Samuel, a servir en el tabernáculo de Jehová.
Pensar en ese momento le dio fuerzas para cumplir el voto que le había
hecho a Dios (1 Sam. 1:22).
Nosotros tenemos que hacer algo parecido. Sabemos que las cosas que
Jehová nos ha prometido de seguro se realizarán, así que es bueno que
nos las imaginemos (2 Ped. 1:19-21).
imaginamos cosas que nunca ocurrirán. Por ejemplo, una niña podría
imaginar que está volando sobre una mariposa, pero eso es solo una
fantasía. En cambio, una mujer de tiempos bíblicos, Ana, usó la
imaginación para pensar en algo que de seguro iba a llegar: el día en
que llevaría a su hijo, Samuel, a servir en el tabernáculo de Jehová.
Pensar en ese momento le dio fuerzas para cumplir el voto que le había
hecho a Dios (1 Sam. 1:22).
Nosotros tenemos que hacer algo parecido. Sabemos que las cosas que
Jehová nos ha prometido de seguro se realizarán, así que es bueno que
nos las imaginemos (2 Ped. 1:19-21).
3 Sin
duda, muchos siervos de Dios del pasado imaginaron las cosas que él les
había prometido. ¿De qué modo los ayudó “ver” las bendiciones que les
esperaban? ¿Por qué es bueno que nosotros pensemos en las cosas
maravillosas que Dios ha prometido hacer para sus siervos?
duda, muchos siervos de Dios del pasado imaginaron las cosas que él les
había prometido. ¿De qué modo los ayudó “ver” las bendiciones que les
esperaban? ¿Por qué es bueno que nosotros pensemos en las cosas
maravillosas que Dios ha prometido hacer para sus siervos?
“VER” EL FUTURO LES DIO FUERZAS
4. ¿Cómo ayudaron a Abel las palabras de Génesis 3:15 a imaginar el futuro?
4 Abel
fue el primer siervo fiel de Dios. ¿Habrá “visto” él las cosas que
Jehová prometió? Bueno, él sabía lo que Dios había dicho a la serpiente
en el jardín de Edén: “Pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu
descendencia y la descendencia de ella. Él te magullará en la cabeza y
tú le magullarás en el talón” (Gén. 3:14, 15).
Aunque no sabía cómo se cumplirían exactamente esas palabras, tuvo que
haber meditado mucho en ellas. Es probable que se imaginara a alguien
sufriendo un golpe en el talón y llegara a la conclusión de que ese
alguien tenía que sufrir para que la humanidad recuperara la perfección
que sus padres habían perdido. Sin importar lo que haya imaginado, Abel
tenía fe en la promesa de Dios, y por eso Jehová aceptó su sacrificio (lea Génesis 4:3-5 y Hebreos 11:4).
fue el primer siervo fiel de Dios. ¿Habrá “visto” él las cosas que
Jehová prometió? Bueno, él sabía lo que Dios había dicho a la serpiente
en el jardín de Edén: “Pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu
descendencia y la descendencia de ella. Él te magullará en la cabeza y
tú le magullarás en el talón” (Gén. 3:14, 15).
Aunque no sabía cómo se cumplirían exactamente esas palabras, tuvo que
haber meditado mucho en ellas. Es probable que se imaginara a alguien
sufriendo un golpe en el talón y llegara a la conclusión de que ese
alguien tenía que sufrir para que la humanidad recuperara la perfección
que sus padres habían perdido. Sin importar lo que haya imaginado, Abel
tenía fe en la promesa de Dios, y por eso Jehová aceptó su sacrificio (lea Génesis 4:3-5 y Hebreos 11:4).
5. ¿Cómo pudo ayudar la imaginación a Enoc?
5 Enoc,
otro hombre fiel, mantuvo fuerte su fe a pesar de que vivía entre gente
mala que ofendía a Jehová. Él profetizó que Dios vendría “con sus
santas miríadas, para ejecutar juicio contra todos, y para probar la
culpabilidad de todos los impíos respecto a todos sus hechos [...]
y respecto de todas las cosas ofensivas que pecadores impíos hablaron
contra él” (Jud. 14, 15). Estas palabras inspiradas por Dios de seguro ayudaron a Enoc a imaginar un mundo sin maldad (lea Hebreos 11:5, 6).
otro hombre fiel, mantuvo fuerte su fe a pesar de que vivía entre gente
mala que ofendía a Jehová. Él profetizó que Dios vendría “con sus
santas miríadas, para ejecutar juicio contra todos, y para probar la
culpabilidad de todos los impíos respecto a todos sus hechos [...]
y respecto de todas las cosas ofensivas que pecadores impíos hablaron
contra él” (Jud. 14, 15). Estas palabras inspiradas por Dios de seguro ayudaron a Enoc a imaginar un mundo sin maldad (lea Hebreos 11:5, 6).
6. ¿Qué pudo haber ayudado a Noé después del Diluvio?
6 Noé sobrevivió al Diluvio debido a su fe (Heb. 11:7). Una vez que salió del arca, esa fe lo motivó a hacer un sacrificio de animales a Dios (Gén. 8:20).
Al igual que Abel, Noé creía que la humanidad sería liberada del pecado
y la muerte. Ni siquiera perdió la fe y la esperanza cuando el mundo de
nuevo se volvió violento y hombres como Nemrod se rebelaron contra
Jehová (Gén. 10:8-12).
Imaginar la época en que la humanidad viviría libre de problemas tuvo
que haberlo animado mucho. Nosotros también podemos imaginar esa época,
pues está más cerca que nunca (Rom. 6:23).
Al igual que Abel, Noé creía que la humanidad sería liberada del pecado
y la muerte. Ni siquiera perdió la fe y la esperanza cuando el mundo de
nuevo se volvió violento y hombres como Nemrod se rebelaron contra
Jehová (Gén. 10:8-12).
Imaginar la época en que la humanidad viviría libre de problemas tuvo
que haberlo animado mucho. Nosotros también podemos imaginar esa época,
pues está más cerca que nunca (Rom. 6:23).
“VIERON” LAS COSAS QUE DIOS PROMETIÓ
7. ¿Qué pudieron “ver” Abrahán, Isaac y Jacob?
7 Abrahán,
Isaac y Jacob también pudieron “ver” un mundo mejor gracias a la
promesa que Dios les hizo. Él les dijo que mediante la descendencia de
ellos, todas las naciones recibirían grandes bendiciones (Gén. 22:18; 26:4; 28:14). Su familia se convertiría en una gran nación y Dios le daría un hermoso lugar donde vivir: la Tierra Prometida (Gén. 15:5-7).
La fe hizo que estos tres siervos de Dios se imaginaran a sus
descendientes viviendo en aquella tierra. Desde el mismo momento en que
el hombre dejó de ser perfecto, Jehová les ha asegurado a sus siervos
una y otra vez que la humanidad recuperará todas las cosas buenas que
Adán perdió.
Isaac y Jacob también pudieron “ver” un mundo mejor gracias a la
promesa que Dios les hizo. Él les dijo que mediante la descendencia de
ellos, todas las naciones recibirían grandes bendiciones (Gén. 22:18; 26:4; 28:14). Su familia se convertiría en una gran nación y Dios le daría un hermoso lugar donde vivir: la Tierra Prometida (Gén. 15:5-7).
La fe hizo que estos tres siervos de Dios se imaginaran a sus
descendientes viviendo en aquella tierra. Desde el mismo momento en que
el hombre dejó de ser perfecto, Jehová les ha asegurado a sus siervos
una y otra vez que la humanidad recuperará todas las cosas buenas que
Adán perdió.
8. ¿Qué ayudó a Abrahán a realizar extraordinarios actos de fe?
8 Aunque
no todas las cosas que Dios les prometió a Abrahán y a otros se
cumplieron mientras estaban vivos, la Biblia dice que todos ellos “las
vieron desde lejos” (lea Hebreos 11:8-13). ¿Cómo
las vieron? Con los ojos de la imaginación. Abrahán tenía tantas
razones para confiar en Dios que era como si pudiera ver las cosas que
le había prometido aunque aún no las había recibido. Eso lo ayudó a
realizar extraordinarios actos de fe.
no todas las cosas que Dios les prometió a Abrahán y a otros se
cumplieron mientras estaban vivos, la Biblia dice que todos ellos “las
vieron desde lejos” (lea Hebreos 11:8-13). ¿Cómo
las vieron? Con los ojos de la imaginación. Abrahán tenía tantas
razones para confiar en Dios que era como si pudiera ver las cosas que
le había prometido aunque aún no las había recibido. Eso lo ayudó a
realizar extraordinarios actos de fe.
9. ¿Cómo ayudó a Abrahán su fe en las promesas de Dios?
9 La fe
de Abrahán le dio las fuerzas que necesitaba para obedecer a Dios. Con
plena fe en sus promesas, se marchó de la ciudad de Ur. Además se negó a
establecerse en las ciudades de Canaán, pues tenían los días contados
ya que sus reyes no servían a Dios (Jos. 24:2).
Durante el resto de su larga vida, Abrahán esperó “la ciudad que tiene
fundamentos verdaderos, cuyo edificador y hacedor es Dios” (Heb. 11:10).
En otras palabras, Abrahán pudo verse a sí mismo viviendo en un lugar
permanente gobernado por Jehová. Abel, Enoc, Noé, Abrahán y otros creían
en la resurrección y esperaban vivir en la Tierra bajo el Reino de
Dios, “la ciudad que tiene fundamentos verdaderos”. Meditar en lo que
Jehová les tenía reservado aumentó su fe (lea Hebreos 11:15, 16).
de Abrahán le dio las fuerzas que necesitaba para obedecer a Dios. Con
plena fe en sus promesas, se marchó de la ciudad de Ur. Además se negó a
establecerse en las ciudades de Canaán, pues tenían los días contados
ya que sus reyes no servían a Dios (Jos. 24:2).
Durante el resto de su larga vida, Abrahán esperó “la ciudad que tiene
fundamentos verdaderos, cuyo edificador y hacedor es Dios” (Heb. 11:10).
En otras palabras, Abrahán pudo verse a sí mismo viviendo en un lugar
permanente gobernado por Jehová. Abel, Enoc, Noé, Abrahán y otros creían
en la resurrección y esperaban vivir en la Tierra bajo el Reino de
Dios, “la ciudad que tiene fundamentos verdaderos”. Meditar en lo que
Jehová les tenía reservado aumentó su fe (lea Hebreos 11:15, 16).
10. ¿Qué cosas pudo imaginar Sara gracias a la promesa que Jehová le hizo a su esposo?
10 Ahora
pensemos en la esposa de Abrahán, Sara. Aunque era una mujer de 90 años
y no tenía hijos, creyó la promesa de Dios de que tendría uno. ¿Qué le
dio esa confianza? Imaginar el futuro. De hecho, pudo ver con los ojos
de la fe a sus descendientes disfrutando de las cosas buenas que Jehová
había prometido (Heb. 11:11, 12).
Esto fue lo que Dios le dijo a su esposo: “[Yo] la bendeciré y también
te daré de ella un hijo; y ciertamente la bendeciré, y ella de veras
llegará a ser naciones; reyes de pueblos provendrán de ella” (Gén. 17:16).
Fiel a su palabra, Dios hizo que Sara diera a luz a Isaac. Ese milagro
la convenció de que el resto de las promesas que Jehová le había hecho a
su esposo se harían realidad. Nosotros también podemos fortalecer
nuestra fe imaginando las cosas que Jehová nos ha prometido.
pensemos en la esposa de Abrahán, Sara. Aunque era una mujer de 90 años
y no tenía hijos, creyó la promesa de Dios de que tendría uno. ¿Qué le
dio esa confianza? Imaginar el futuro. De hecho, pudo ver con los ojos
de la fe a sus descendientes disfrutando de las cosas buenas que Jehová
había prometido (Heb. 11:11, 12).
Esto fue lo que Dios le dijo a su esposo: “[Yo] la bendeciré y también
te daré de ella un hijo; y ciertamente la bendeciré, y ella de veras
llegará a ser naciones; reyes de pueblos provendrán de ella” (Gén. 17:16).
Fiel a su palabra, Dios hizo que Sara diera a luz a Isaac. Ese milagro
la convenció de que el resto de las promesas que Jehová le había hecho a
su esposo se harían realidad. Nosotros también podemos fortalecer
nuestra fe imaginando las cosas que Jehová nos ha prometido.
TENÍA LA VISTA FIJA EN EL PREMIO
11, 12. ¿Qué hizo crecer el amor de Moisés por Jehová?
11 Otro
hombre que tenía fe en Dios y que llegó a amarlo profundamente fue
Moisés. Como Moisés creció en la familia del rey de Egipto, hubiera sido
muy fácil que lo sedujeran el poder y las riquezas. Sin embargo, sus
padres biológicos de seguro le hablaron de Jehová y su promesa de
liberar a los hebreos de la esclavitud a Egipto y entregarles la Tierra
Prometida (Gén. 13:14, 15; Éx. 2:5-10). Cuanto más pensaba en esa promesa, más crecía su amor por Jehová y menos lo atraía la idea de ser alguien en Egipto.
hombre que tenía fe en Dios y que llegó a amarlo profundamente fue
Moisés. Como Moisés creció en la familia del rey de Egipto, hubiera sido
muy fácil que lo sedujeran el poder y las riquezas. Sin embargo, sus
padres biológicos de seguro le hablaron de Jehová y su promesa de
liberar a los hebreos de la esclavitud a Egipto y entregarles la Tierra
Prometida (Gén. 13:14, 15; Éx. 2:5-10). Cuanto más pensaba en esa promesa, más crecía su amor por Jehová y menos lo atraía la idea de ser alguien en Egipto.
12 La Biblia
dice: “Por fe Moisés, ya crecido, rehusó ser llamado hijo de la hija de
Faraón, escogiendo ser maltratado con el pueblo de Dios más bien que
disfrutar temporalmente del pecado, porque estimaba el vituperio del
Cristo como riqueza más grande que los tesoros de Egipto; porque miraba atentamente hacia el pago del galardón” (Heb. 11:24-26).
dice: “Por fe Moisés, ya crecido, rehusó ser llamado hijo de la hija de
Faraón, escogiendo ser maltratado con el pueblo de Dios más bien que
disfrutar temporalmente del pecado, porque estimaba el vituperio del
Cristo como riqueza más grande que los tesoros de Egipto; porque miraba atentamente hacia el pago del galardón” (Heb. 11:24-26).
13. ¿De qué le sirvió a Moisés meditar en las promesas de Dios?
13 Es muy
probable que Moisés pasara tiempo meditando en la promesa de Jehová.
Al igual que otros siervos de Dios, podía imaginar la época en la que
Jehová libraría a la humanidad de la muerte (Job 14:14, 15; Heb. 11:17-19).
Es lógico que se encariñara con un Dios que sentía tanta compasión por
los hebreos y por la humanidad entera. La fe y el amor fueron el motor
que lo impulsó a lo largo de toda su vida (Deut. 6:4, 5).
Incluso cuando el rey de Egipto lo amenazó de muerte, su fe y su amor
le dieron el valor que necesitaba en esos momentos. Él sabía que le
esperaba un futuro mejor; seguramente ya lo había visualizado en su
mente (Éx. 10:28, 29).
probable que Moisés pasara tiempo meditando en la promesa de Jehová.
Al igual que otros siervos de Dios, podía imaginar la época en la que
Jehová libraría a la humanidad de la muerte (Job 14:14, 15; Heb. 11:17-19).
Es lógico que se encariñara con un Dios que sentía tanta compasión por
los hebreos y por la humanidad entera. La fe y el amor fueron el motor
que lo impulsó a lo largo de toda su vida (Deut. 6:4, 5).
Incluso cuando el rey de Egipto lo amenazó de muerte, su fe y su amor
le dieron el valor que necesitaba en esos momentos. Él sabía que le
esperaba un futuro mejor; seguramente ya lo había visualizado en su
mente (Éx. 10:28, 29).
DEDIQUEMOS TIEMPO A IMAGINAR LO QUE HARÁ EL REINO
14. ¿Qué fantasías imagina mucha gente?
14 Muchas
personas se imaginan cosas que nunca ocurrirán. Por ejemplo, aunque la
Biblia enseña que esta vida solo puede ofrecernos “penoso afán y cosas
perjudiciales”, sueñan con hacerse millonarios y tener seguridad
absoluta (Sal. 90:10).
Aunque la Biblia muestra que solo el Reino de Dios puede solucionar los
problemas del hombre, se imaginan que algún día aparecerá un gobierno
humano que resolverá todos sus problemas (Dan. 2:44). Y aunque la Biblia asegura que Dios va a destruir este mundo, se engañan pensando que no le sucederá nada malo (Sof. 1:18; 1 Juan 2:15-17). Quienes prefieren ignorar el propósito de Jehová para el futuro están viviendo en un mundo de fantasía.
personas se imaginan cosas que nunca ocurrirán. Por ejemplo, aunque la
Biblia enseña que esta vida solo puede ofrecernos “penoso afán y cosas
perjudiciales”, sueñan con hacerse millonarios y tener seguridad
absoluta (Sal. 90:10).
Aunque la Biblia muestra que solo el Reino de Dios puede solucionar los
problemas del hombre, se imaginan que algún día aparecerá un gobierno
humano que resolverá todos sus problemas (Dan. 2:44). Y aunque la Biblia asegura que Dios va a destruir este mundo, se engañan pensando que no le sucederá nada malo (Sof. 1:18; 1 Juan 2:15-17). Quienes prefieren ignorar el propósito de Jehová para el futuro están viviendo en un mundo de fantasía.
15. a) ¿Por qué es
bueno imaginar el futuro que Dios nos ha prometido? b) ¿Qué cosas se
imagina usted cuando piensa en el nuevo mundo?
bueno imaginar el futuro que Dios nos ha prometido? b) ¿Qué cosas se
imagina usted cuando piensa en el nuevo mundo?
15 Los
cristianos, en cambio, hacemos bien en imaginar las cosas que Dios ha
prometido darnos, sea que vayamos a vivir en el cielo o en la Tierra.
¿Acostumbra usted a hacerlo? Seguro que eso lo ayudará a ser más feliz.
Imagínese en el nuevo mundo, por ejemplo. Piense que está trabajando con
sus amigos para convertir la Tierra en un hermoso paraíso. Todos sus
vecinos aman a Jehová tanto como usted. Tiene una salud de hierro, la
fuerza de un roble y un futuro maravilloso por delante. Los encargados
de dirigir las labores de restauración le hacen la vida muy agradable,
pues lo quieren de verdad. Y usted se siente contento, muy contento,
pues está usando sus talentos y habilidades al máximo para el beneficio
del prójimo y la gloria de Dios. Es posible incluso que les esté
enseñando a unos recién resucitados quién es Jehová (Juan 17:3; Hech. 24:15). No, no es ilusión. Esto que acaba de imaginar se hará realidad; la Biblia nos lo asegura (Is. 11:9; 25:8; 33:24; 35:5-7; 65:22).
cristianos, en cambio, hacemos bien en imaginar las cosas que Dios ha
prometido darnos, sea que vayamos a vivir en el cielo o en la Tierra.
¿Acostumbra usted a hacerlo? Seguro que eso lo ayudará a ser más feliz.
Imagínese en el nuevo mundo, por ejemplo. Piense que está trabajando con
sus amigos para convertir la Tierra en un hermoso paraíso. Todos sus
vecinos aman a Jehová tanto como usted. Tiene una salud de hierro, la
fuerza de un roble y un futuro maravilloso por delante. Los encargados
de dirigir las labores de restauración le hacen la vida muy agradable,
pues lo quieren de verdad. Y usted se siente contento, muy contento,
pues está usando sus talentos y habilidades al máximo para el beneficio
del prójimo y la gloria de Dios. Es posible incluso que les esté
enseñando a unos recién resucitados quién es Jehová (Juan 17:3; Hech. 24:15). No, no es ilusión. Esto que acaba de imaginar se hará realidad; la Biblia nos lo asegura (Is. 11:9; 25:8; 33:24; 35:5-7; 65:22).
HABLEMOS ENTRE NOSOTROS DEL FUTURO QUE NOS ESPERA
16, 17. ¿Cómo nos beneficia hablar entre nosotros de la esperanza que tenemos?
16 Cuando
conversamos con los hermanos de lo que nos gustaría hacer en el nuevo
mundo, nuestra esperanza se hace más real. Es cierto que no conocemos
todos los detalles, pero es bueno hablar de cómo imaginamos nuestra
vida; esa es una manera de expresar nuestra fe en las promesas de Dios y
de animarnos unos a otros. Cuando el apóstol Pablo visitó a los hermanos de Roma, hubo un “intercambio de estímulo” entre ellos, y todos sin duda lo agradecieron (Rom. 1:11, 12). Nosotros necesitamos lo mismo en estos tiempos tan difíciles.
conversamos con los hermanos de lo que nos gustaría hacer en el nuevo
mundo, nuestra esperanza se hace más real. Es cierto que no conocemos
todos los detalles, pero es bueno hablar de cómo imaginamos nuestra
vida; esa es una manera de expresar nuestra fe en las promesas de Dios y
de animarnos unos a otros. Cuando el apóstol Pablo visitó a los hermanos de Roma, hubo un “intercambio de estímulo” entre ellos, y todos sin duda lo agradecieron (Rom. 1:11, 12). Nosotros necesitamos lo mismo en estos tiempos tan difíciles.
17 Imaginar
el futuro nos ayuda a pensar menos en los problemas de hoy. En cierta
ocasión, el apóstol Pedro le dijo a Jesús: “¡Mira! Nosotros hemos dejado
todas las cosas y te hemos seguido; ¿qué habrá para nosotros,
realmente?”. Al parecer, su comentario reflejaba la preocupación que él y
otros discípulos sentían. ¿Qué hizo Jesús para tranquilizarlos? Los
ayudó a imaginar el futuro que les esperaba. Les dijo: “En la
re-creación, cuando el Hijo del hombre se siente sobre su trono
glorioso, ustedes los que me han seguido también se sentarán sobre doce
tronos y juzgarán a las doce tribus de Israel. Y todo el que haya dejado
casas, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o hijos, o tierras,
por causa de mi nombre, recibirá muchas veces más, y heredará la vida
eterna” (Mat. 19:27-29).
De esta manera, Pedro y los demás discípulos podrían verse formando
parte del gobierno mundial que derramará incontables bendiciones sobre
toda la humanidad. ¡Qué animador!
el futuro nos ayuda a pensar menos en los problemas de hoy. En cierta
ocasión, el apóstol Pedro le dijo a Jesús: “¡Mira! Nosotros hemos dejado
todas las cosas y te hemos seguido; ¿qué habrá para nosotros,
realmente?”. Al parecer, su comentario reflejaba la preocupación que él y
otros discípulos sentían. ¿Qué hizo Jesús para tranquilizarlos? Los
ayudó a imaginar el futuro que les esperaba. Les dijo: “En la
re-creación, cuando el Hijo del hombre se siente sobre su trono
glorioso, ustedes los que me han seguido también se sentarán sobre doce
tronos y juzgarán a las doce tribus de Israel. Y todo el que haya dejado
casas, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o hijos, o tierras,
por causa de mi nombre, recibirá muchas veces más, y heredará la vida
eterna” (Mat. 19:27-29).
De esta manera, Pedro y los demás discípulos podrían verse formando
parte del gobierno mundial que derramará incontables bendiciones sobre
toda la humanidad. ¡Qué animador!
18. ¿Por qué es bueno que nos imaginemos el momento en el que recibiremos todo lo que Jehová ha prometido?
18 Los
siervos de Jehová siempre han pensado en el cumplimiento de las
promesas de Dios. Abel sabía lo suficiente como para tener fe y
esperanza e imaginar un futuro mejor. Abrahán realizó extraordinarios
actos de fe. ¿Por qué? Porque alcanzó a “ver” el tiempo en el que se
cumpliría la profecía de Dios que habla sobre la descendencia (Gén. 3:15). Moisés mantuvo la vista fija en el premio, lo cual hizo crecer su fe y su amor por Jehová (Heb. 11:26).
Nuestra fe y nuestro amor a Dios también crecerán si imaginamos el
maravilloso momento en el que recibiremos todo lo que él nos ha
prometido. En el siguiente artículo descubriremos otra manera de
utilizar nuestra imaginación.
siervos de Jehová siempre han pensado en el cumplimiento de las
promesas de Dios. Abel sabía lo suficiente como para tener fe y
esperanza e imaginar un futuro mejor. Abrahán realizó extraordinarios
actos de fe. ¿Por qué? Porque alcanzó a “ver” el tiempo en el que se
cumpliría la profecía de Dios que habla sobre la descendencia (Gén. 3:15). Moisés mantuvo la vista fija en el premio, lo cual hizo crecer su fe y su amor por Jehová (Heb. 11:26).
Nuestra fe y nuestro amor a Dios también crecerán si imaginamos el
maravilloso momento en el que recibiremos todo lo que él nos ha
prometido. En el siguiente artículo descubriremos otra manera de
utilizar nuestra imaginación.
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