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ALMAS DE SAGRARIO.
viernes, 27 de marzo de 2009 LIBRO DADME DE BEBER.
Las almas que se habitúan a dialogar Conmigo en el Sagrario, ya no saben vivir sin estos celestiales ratos de oración
Los actos de amor que se Me hacen en el Sagrario, son actos muy poderosos para el bien de las almas. Yo, Jesús, os hablo.
En esos actos de amor ante el Sagrario, se encuentran estos factores:
FE ante Mi presencia Real en la Eucaristía. HUMILDAD, ante el
reconocimiento del alma frente a su Dios. JUSTICIA, porque (en la
adoración) se Me está dando lo que por ser quien Soy Me corresponde.
CARIDAD por el amor verdadero que brota del corazón. ESPERANZA, porque
quien ama a Dios lo espera todo de El. Y UN BIEN INMENSO al Cuerpo
Místico de la Iglesia, porque reparan por el mal y las blasfemias que
otros hacen, y Me adoran por el olvido que otros Me tienen y por lo muy
ignorado que Soy. Yo, Jesús, os hablo.
Quien viene a Mi Sagrario a darme amor, sale con muchos beneficios
que Yo le otorgo. PAZ a su alma. DESAPEGO de las cosas materiales. DESEO
de partir a la Casa del Padre. CONFORMIDAD con su estado o pruebas que
le vengan. Porque quien viene a darme, recibe también de Mí, puesto que
Yo Soy TODO y el Sumo Bien.
Las almas que se habitúan a dialogar Conmigo en el Sagrario, ya no
saben vivir sin estos celestiales ratos de oración. Me buscan y Me
desean porque les lleno su corazón de amor y paz y, salen renovadas al
haber estado Conmigo.
Son como María, (de Betania) buscan la mejor parte y si bien el
apostolado es muy necesario, la oración y Mi Compañía también lo son,
porque de ahí se nutre el alma para evangelizar y para sacar FUERZAS en
las pruebas. Yo, Jesús, os hablo.
Mi Compañía no se puede comparar a nadie, porque sacio al alma en
todas sus necesidades, y la lleno de tal forma, que quien Me viene a
adorar al Sagrario o a dialogar Conmigo, ya no desea otra cosa por
encima de estos ratos de oración, ante Su Divino Redentor. Yo, Jesús, os
hablo.
Muchas veces, hijos Míos, es más fructuoso en Mi Cuerpo Místico un
rato de adoración ante el Santísimo, o Sagrario, que muchas actividades
apostólicas, donde el alma se puede buscar a sí misma y su complacencia.
Por eso, hijos Míos, acostumbraros a orar ante el Sagrario. Hacedlo
siempre que podáis y veréis como ya no podéis pasar sin Mí. Yo Jesús,
Vuestro Salvador, os hablo y os instruyo.
Las almas que se habitúan a dialogar Conmigo en el Sagrario, ya no saben vivir sin estos celestiales ratos de oración
Los actos de amor que se Me hacen en el Sagrario, son actos muy poderosos para el bien de las almas. Yo, Jesús, os hablo.
En esos actos de amor ante el Sagrario, se encuentran estos factores:
FE ante Mi presencia Real en la Eucaristía. HUMILDAD, ante el
reconocimiento del alma frente a su Dios. JUSTICIA, porque (en la
adoración) se Me está dando lo que por ser quien Soy Me corresponde.
CARIDAD por el amor verdadero que brota del corazón. ESPERANZA, porque
quien ama a Dios lo espera todo de El. Y UN BIEN INMENSO al Cuerpo
Místico de la Iglesia, porque reparan por el mal y las blasfemias que
otros hacen, y Me adoran por el olvido que otros Me tienen y por lo muy
ignorado que Soy. Yo, Jesús, os hablo.
Quien viene a Mi Sagrario a darme amor, sale con muchos beneficios
que Yo le otorgo. PAZ a su alma. DESAPEGO de las cosas materiales. DESEO
de partir a la Casa del Padre. CONFORMIDAD con su estado o pruebas que
le vengan. Porque quien viene a darme, recibe también de Mí, puesto que
Yo Soy TODO y el Sumo Bien.
Las almas que se habitúan a dialogar Conmigo en el Sagrario, ya no
saben vivir sin estos celestiales ratos de oración. Me buscan y Me
desean porque les lleno su corazón de amor y paz y, salen renovadas al
haber estado Conmigo.
Son como María, (de Betania) buscan la mejor parte y si bien el
apostolado es muy necesario, la oración y Mi Compañía también lo son,
porque de ahí se nutre el alma para evangelizar y para sacar FUERZAS en
las pruebas. Yo, Jesús, os hablo.
Mi Compañía no se puede comparar a nadie, porque sacio al alma en
todas sus necesidades, y la lleno de tal forma, que quien Me viene a
adorar al Sagrario o a dialogar Conmigo, ya no desea otra cosa por
encima de estos ratos de oración, ante Su Divino Redentor. Yo, Jesús, os
hablo.
Muchas veces, hijos Míos, es más fructuoso en Mi Cuerpo Místico un
rato de adoración ante el Santísimo, o Sagrario, que muchas actividades
apostólicas, donde el alma se puede buscar a sí misma y su complacencia.
Por eso, hijos Míos, acostumbraros a orar ante el Sagrario. Hacedlo
siempre que podáis y veréis como ya no podéis pasar sin Mí. Yo Jesús,
Vuestro Salvador, os hablo y os instruyo.
mi alma estaba plena de felicidad, me sentia mareada y estoy segura que
es debido a la poderosa prescencia de mi señor jesucristo.