miércoles, 9 de diciembre de 2015

JESÚS ASCENDIÓ A LOS CIELOS





















JESÚS EN EL ISLAM
 
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JESÚS ASCENDIÓ A LOS CIELOS
Es
una realidad triste de la historia el que no fueran muchos los que
siguieran «la senda recta» a la cual Jesús invitó a la gente. Fue
seguido por unos pocos discípulos que fueron inspirados por Dios para
ayudarle. Pero no sólo esto, sino que los incrédulos tramaron (al igual
que hicieron respecto a Muhammad seis siglos más tarde) matar a Jesús,
pero Dios tenía un plan mejor para él y para sus seguidores, tal como
nos cuenta el Corán en los siguientes versículos: 
«Pero
cuando Jesús percibió su incredulidad dijo: '' ¿Quiénes son mis
auxiliadores en la vía que lleva a Dios?" Los apóstoles dijeron: "
Nosotros somos auxiliares de Dios. Creemos en Dios; ¡sé testigo de
nuestra sumisión! ¡Señor!, creemos en lo que has revelado y seguimos al
Enviado. Inscríbenos, pues, entre los que dan testimonio. " E intrigaron
y Dios intrigó y Dios es el mejor de los que intrigan. Cuando Dios
dijo: "!Jesús! Voy a llamarte a Mi, voy a elevarte a Mí, voy a librarte
de los que no creen. Y haré que tus seguidores estén por encima de los
incrédulos, hasta el día de la Resurrección. Luego, volveréis a Mi y
decidiré entre vosotros sobre aquello en que discrepabais. En cuanto a
los que no creen, los castigaré severamente en esta vida y en el Más
Allá. Y no tendrán a quienes les auxilien.»
(3:52‑56.) 
Tal
como indican los versículos anteriores, Jesús fue ascendido al cielo
antes de morir. Esto significa que, de acuerdo con el Corán, no fue
crucificado.
El
plan de los enemigos de Jesús era el de darle muerte en la cruz, pero
Dios le salvó y en su lugar, fue crucificado otra persona. El Sagrado
Corán considera que esta trama y la falsa acusación en contra de María
son una demostración patente de la incredulidad de los judíos. Todo ello
queda clarificado en la siguiente cita: 
«
Y por su incredulidad y por haber proferido contra María una enorme
calumnia, y por haber dicho: "Hemos dado muerte al Mesías a Jesús, hijo
de María, el Enviado de Dios".. Realmente, no le mataron ni le
crucificaron, sino que les pareció así. Los que discrepan acerca de él,
están sumidos en la duda. No tienen conocimiento de ello, no siguen más
que conjeturas; pues ciertamente no le mataron, sino que Dios lo elevó a
Sí, Dios es Todopoderoso, Omnisciente. Entre la gente de la Escritura
no hay nadie, antes de morir que no creyera en él (Jesús), y el Día de
la Resurrección será testigo contra ellos.»
(4:156‑159.) 
Ahora
bien: ¿quién era la persona que fue crucificada en lugar de Jesús? El
Corán no profundiza en este punto y no da ninguna respuesta a esta
pregunta. Los intérpretes del Corán han sugerido algunos nombres. Pero
se trata siempre de opiniones individuales, que no se ven apoyadas por
el Corán ni por las palabras del profeta Muhammad. 
En
relación con la vuelta de Jesús antes del Día del Juicio, esta segunda
venida tampoco se menciona con claridad en el Corán. Sin embargo, los
exegetas del Corán entendieron el último versículo de la cita anterior:
«Entre la gente de la Escritura no hay nadie, antes de morir, que no
creyera en él, y el Día de la Resurrección será testigo contra ellos»,
como que Jesús volverá, y que todos los cristianos y judíos creerán en
él antes de que mueran. Esta interpretación está apoyada por palabras
constatadas del profeta Muhammad. 
PUNTOS A CONSIDERAR
Después
de leer este planteamiento, un cristiano creyente podría decir: «Esto
es lo que dicen los musulmanes sobre Jesús, a quienes siempre hemos
considerado como paganos o infieles.» Pero el punto de vista que
presenta el Corán merece como mínimo una seria consideración por parte
de todos aquellos que tienen una verdadera preocupación por Dios, por la
fe, e incluso por el mismo cristianismo, y ello por los siguientes
motivos: 
1.     El
Corán es la última revelación de Dios y, por consiguiente, la última
verdad. Esto quizá no signifique mucho para aquellos que no creen en el
Corán como tal. Sin embargo, la historia del Corán, la moderna crítica
del texto y la investigación científica del contenido de esta Escritura
no dejan en pie duda alguna sobre la verdad que contiene. La
manifestación que se escucha frecuentemente de que el Corán es la
palabra de Muhammad que copió su información de fuentes judías y
cristianas, la hacen personas que no conocen la historia del mundo, del
Corán o de Muhammad La primera traducción al árabe de la Biblia apareció
dos siglos después de la misión de Muhammad. Si a esto añadimos que
Muhammad no sabía leer, y la escasez de libros religiosos en cualquier
lengua, fuera de iglesias o templos en el siglo VI, podremos entender lo
absurda que es tal alegación.
2.     La
singularidad y universalidad del mensaje de Dios exige que la gente
acepte a todos los Enviados de Dios. Si se rechaza a uno de ellos, esto
supondría el rechazo a todos. Los judíos rechazan la misión de Muhammad;
los cristianos rechazan la misión de Muhammad; en cambio los musulmanes
los aceptan a todos, pero rechazan las interpretaciones históricas
incorrectas, así como las injerencias de elementos humanos en estas
misiones divinas. 
3.     Obedeciendo
al Corán, los musulmanes aman y respetan a Jesús al igual que aman y
respetan al profeta Muhammad. Es más, el Corán relata algunos de los
milagros de Jesús que no figuran en los Evangelios actuales. Por
ejemplo, el Corán nos cuenta que Jesús habló desde la cuna, y era capaz
de decir a la gente qué es lo que comían o atesoraban en sus casas, por
mencionar sólo algunos ejemplos. 
4.     Es
de conocimiento general que la divinidad de Jesús fue introducida por
San Pablo y sus seguidores, y fue establecida sobre los cuerpos de miles
y miles de muertos cristianos a través de la historia, evocando la
conocida sentencia de Castillo: «Quemar a un hombre no prueba una
doctrina.» 
5.     La
elección de los cuatro evangelios actuales fue ¡ni' uesta en el
Concilio de Nicea en el año 325 de la era cristiana, bajo los auspicios
‑por razones políticas‑‑ del emperador pagano Constantino. Literalmente,
hubo cientos de evangelios y escritos religiosos que se consideraron
apócrifos, es decir, libros de dudosa autenticidad. Algunos de estos
libros fueron escritos por los discípulos de Jesús. Si no eran más
auténticos que los Cuatro Evangelios, al menos tenían igual
autenticidad. Algunos de ellos todavía existen, tal como el «Evangelio
de Bernabé» y el «Pastor de Hermas», los cuales están de acuerdo con el
Corán. 
6.     El
concepto unitario que predicó Jesús, así como su humanidad, no
solamente se sostienen por los musulmanes, sino también por judíos
además de algunos primeros grupos de cristianos tales como los
Ebionitas, Ceritianos, Basilidianos, Capocratianos y los
Hipisistarianos, por citar algunas de las primeras sectas. Los Arrianos,
Paulicianos y Godos también aceptaron a Jesús como profeta de Dios.
Incluso en la era moderna existen iglesias en Asia y en África como la
iglesia unitaria y los Testigos de Jehová, que no adoran a Jesús como
Dios. 
7.     La
mayoría de los estudios serios de la Biblia han demostrado que contiene
un gran número de adiciones, que no fueron pronunciadas por Jesús ni
por los escritores de los evangelios. La iglesia, tal como afirma Heinz
Zahrnt, «pone en boca de Jesús palabras que éste nunca dijo, y le
atribuye acciones que jamás realizó». Estas son conclusiones a las
cuales llegaron algunos miembros de la iglesia. Sin embargo, se
mantienen en secreto, o únicamente a disposición de especialistas. Uno
de ellos, que ha demostrado que la mayoría de lo que la iglesia dice
sobre Jesús no tiene base, es Rudolf Augustein en su libro Jesús, hijo M
hombre (publicado en Alemania en 1972 y traducido al inglés en 1977.) 
8.     El
problema con el cristianismo actual es la personalidad de Jesús, que
está totalmente mal interpretada. La naturaleza de Jesús, su misión y su
pretendida muerte y resurrección, son todos ellos puestos en duda por
estudios en la materia. Uno de éstos es un libro que se llama El mito de
Dios encarnado, que apareció en 1977 (editado por John Hick) y escrito
por siete eruditos teólogos en Inglaterra. Su conclusión es que Jesús
fue un hombre elegido por Dios, para desempeñar un papel especial dentro
de los designios divinos, y... la posterior concepción de él como Dios
encarnado... es una forma mitológica o poética de expresar su
significado para nosotros. 
El
único pretexto presentado por George Carey, en sus intentos por
refutarlos hallazgos de estos teólogos, es que a menos que se acepte a
Jesús como Dios encarnado, no se podrá entender la misión de Jesús ni
explicar su impacto sobre la gente. Esto es ciertamente un argumento muy
pobre, porque todos los grandes profetas tales como Abraham, Moisés y
Muhammad han tenido todos ellos un tremendo impacto sobre la gente y
ninguno de ellos pretendió que fuera Dios o hijo de Dios. 
9.     El
concepto de la Trinidad no se encuentra, por supuesto, ni siquiera en
la Biblia actual. Existen manifestaciones que lo niegan, tales como «el
Señor nuestro Dios es un sólo Señor>> (Mateo 12:19), y otros
muchos. 
10. Vale
la pena señalar que Jesús nunca pretendió la divinidad incluso en el
presente texto de la Biblia. La expresión «hijo de Dios» no puede
decirse que proceda del mismo Jesús. En el «Diccionario de la Biblia»,
Hasting dice «es dudoso que Jesús lo usara para sí mismo». En mi lectura
de la Biblia, sólo encontré dos pasajes en Juan, capítulos 5 y 11,
donde Jesús utiliza la expresión «hijo de Dios» para referirse a sí
mismo. Esta misma expresión fue también utilizada por otros, aunque en
casos muy limitados. Ahora bien, incluso si el título de «hijo de Dios»
fue usado por el propio Jesús, se de ben recordar los puntos siguientes:
a)     Como
dijo un erudito de la Biblia: «las costumbres semíticas jamás habrían
permitido tal sentido literal, aunque esa expresión sería interpretada
textualmente en el mundo helenístico de los seguidores de Jesús.»
 
b)    La
palabra griega utilizada en el nuevo testamento por «hijo» es «pias y
piada», que significa «siervo» o «hijo», en el sentido de siervo, y que
se traduce como «hijo» cuando se hace referencia a Jesús, y como
«siervo» cuando se hace referencia a otros, en algunas de las
traducciones de la Biblia (Mufassir, P. 15.)  
 
c)    El
título de «hijo del hombre», que es como se designa Jesús a sí mismo,
aparece 81 veces en los Evangelios, siendo la descripción más clara con
la que Jesús subraya su humanidad. La interpretación, clásica dada a
este título es que se utiliza para subrayar el aspecto humano de Jesús.
Entonces la cuestión que se plantea por si misma es: ¿subrayan los
cristianos contemporáneos este aspecto de Jesús?
EL PAPA CONTRADICE LA BIBLIA 
El
relato tradicional de la Biblia sobre la crucifixión de Jesús nos
cuenta que fue arrestado y crucificado siguiendo las órdenes e intrigas
del gran sacerdote y de los ancianos entre los judíos. Esta síntesis fue
negada en 1960 por la máxima autoridad cristiana católica. El Papa
publicó un manifiesto en el cual dijo que los judíos no tenían nada que
ver con la crucifixión de Jesús. Esto, definitivamente, contradice la
explicación bíblica. Podría decirse, que la postura del Papa se plantea
como un decreto político. Esto está de acuerdo con lo que dicen los
musulmanes: la iglesia había introducido en el cristianismo numerosos
elementos, y estaba influenciada por muchos factores que no solamente
habían hecho cambiar su visión del cristianismo, sino que, en general,
están en contradicción con las formas genuinas del cristianismo.
 
RELIGIÓN Y CIENCIAS 
Los
aspectos religiosos concernientes a Dios, la Biblia y la relación del
hombre con Dios, tal como los presentó la iglesia, obligaron a mucha
gente a realizar una elección desafortunada: la ciencia o Dios. Buena
parte de la clase intelectual ha llegado a la conclusión de que no se
puede ser un científico o un intelectual y al mismo tiempo un cristiano.
Por este motivo, numerosos filósofos, científicos y muchos más
perdieron las esperanzas de reconciliar la religión y la ciencia. Este
aspecto se generalizó posteriormente para incluir cualquier religión,
como consecuencia de la influencia de la civilización occidental que era
principalmente cristiana. Todo esto no habría surgido si, desde un
principio, no se hubieran distorsionado o falseado las enseñanzas de
Jesús. Tal como se contempla este asunto en el Islam, no hay
contradicción alguna entre la religión y la ciencia. Los hechos
científicos son solamente una de las fuentes de nuestro conocimiento de
Dios. La otra fuente es la revelación, y está contenida en las
enseñanzas originales de Jesús y en el texto del Sagrado Corán. Tanto la
religión como el verdadero conocimiento científico tienen una misma
fuente: Dios. Por tanto, El no se va a contradecir a Sí mismo.
Por
este motivo, conceptos tales como la Trinidad, el hijo de Dios, el
pecado original, la redención, etc., que fueron producto de la
distorsión y del mal entendimiento en la historia del cristianismo, no
solamente alejaron a la gente del cristianismo, sino también de otras
religiones.. incluido el Islam, el cual no tiene porqué verse afectado
por estos problemas. Esto se debe al hecho de que mucha gente cree que
el Islam es tan sólo una religión (siendo muy limitado el significado de
esta palabra en los idiomas occidentales), y deberá ser semejante al
cristianismo. Muy poca gente tendrá el interés suficiente por descubrir
la falsedad de esta hipótesis.
JESÚS ASCENDIÓ A LOS CIELOS

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